ESTÁS ENTRE VELOS, MADRE

Como podría explicar lo que se siente cuando nos arrancan un pedazo del corazón, y aun así sigue latiendo. Como se puede describir el hueco que queda cada mañana sin su voz, sin el infinito brillo azul de esos ojos que iluminaban las noches de desvelos cuando pedía un cuento para poder dormirme. No hay palabras, no existe la idea concreta del sentimiento que deja el eco de sus pasos por la casa.
-No te apures Tita, aunque yo no esté aquí, mis mariposas revolotearán trayéndote la brisa del firmamento y el calor divino con el que me envolveré al decirte adiós:
Cinco velos me cubren
No podrás verme,
Bailo con la onda que toca tus recuerdos,
Me muevo con la brisa que percibe tu piel,
No entiendes por qué ese sauce llorón te atormenta,
o la mirada de ese perro te perturba,
es que acaso intuyes mis presencias,
es que acaso recuerdas que te dije:
- Aunque no me veas, estaré…..
Y así es Madre, aquí estás,
Te percibo en cada mirada de las flores,
con el zumbido de las madreselvas.

Carmen Amaralis Vega Olivencia

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Respuestas a esta discusión

¡Bello poema filial, Carmen!

Muchas gracias querido amigo, el Día de las Madres es doloroso para mí, bendiciones de luz, Amaralis

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Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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