PIEDRA Y AGUA AHOGADA
El leño de la hoguera
se crucifica suplicante
dentro los ojos y la memoria turbada
de tanta espera, arde.
La palabra ya cansada
de tanta súplica
ahorca su perdida fonación
para terminar arrinconada y a solas.
Todo queda como antes,
mira el agua ahogándose.
Los pasos despojados de sus huellas
con solemnidad y espanto
se diluyen en las fauces de la distancia
al borde del abismo del olvido.
Las dos vocales y dos consonantes
aturdidas y a rastras
se cubren de extraña pátina, como
aquellos tejados de casa abandonada.
Una extraña silueta fatal
expande sarcástica su carcajada
taladrante de aullidos y eclipses totales
en esta noche donde sin fondo, caigo.
Toda la brevedad del relámpago
dejó despertar el fulgurante borbotar
de aguas cristalinas donde se ahogó
aquella piedrecilla que no quiso rodar, más.
Orlando Ordóñez Santos.
DERECHOS RESERVADOS.
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BUEN TRABAJO LITERARIO. INTERESANTE USO DE LAS METÁFORAS IMPERTINENTES.
GRACIAS POR PARTICIPAR.
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