Fue el incrédulo murmullo

quien se escapó de aquel sueño,

el que evidenció ser dueño

placentero de mi arrullo.

No se rindió ante el orgullo

apasionado y dilecto,

abrazó nuestro proyecto

con ilusión eminente,

demostrando vehemente

lo sublime de su afecto.

Fue quien lustró la quimera,

el que alcorzó el horizonte

incursionando en el monte

que eclosiona en primavera.

No se limitó a la espera,

trascendiendo el universo

de lo osado y lo diverso

e inspirado en sus albricias,

fue el surtidor de caricias

ensimismado e inmerso.

Fue el arrebato, lo iluso

de un suspiro lisonjero,

el que diáfano y ligero

visualizó lo profuso.

Agasaja el don infuso

y al mismo tiempo presagia,

esa verdad que contagia

cuando el silencio murmura,

si en la délfica aventura

 nos seduce con su magia.

Aimée Granado Oreña ©

Gota de Rocío Azul

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Respuestas a esta discusión

hermosos versos amiga

Eres una gran poetisa en tu estilo, Aimeé. Es mi humilde opinión de lector algo ignorante, aunque, franco en mis aseveraciones. Abrazo sureño y mis FELICITACIONES por este nuevo aporte que declamé con gusto, amiga querida. 

En ese precioso momento

en que el sueño te abrazaba

brotó un suspiro ligero

que delató tu afecto,

mas, el horizonte asombroso

se sintió muy alcorzado

porque  había ya llegado

la magia con su esplendor.

Muy bien logrado

Maravilloso

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Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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