Amigos cuentacuentos: hoy me disculpan, no tengo la fábula curiosa de todos los días, pero sí tengo una historia interesante que contar cuyo protagonista es el niño Kevin:
moreno con ojos de avispa es Kevin, muy indagador del entorno que le rodea, por eso cuando sale al patio de su casa se le ve muy atareado echando agua a las plantas, trasplantando los retoños en maceteros, dando de comer a los pollitos…
Y cuando el viento sopla con la furia de un dragón empieza a dar bandazos de un lado para otro como si fuera una pelota de fútbol. Y así va recogiendo los nidos de gorriones que caen de los árboles, luego le da protección a los pichones para que no mueran de hambre y frío.
¡Ay, si lo vieran sanando las picaduras de mosquitos a su perro!
Y en la medida que aplica la pomada en las orejas del animal se le escucha clamoroso:
_¡Te considero, Terry, porque si tus lesiones llegan a hincharse como las mías habrá que cambiarte el nombre!
Hace pocos días como si fuera un estribillo decía muy decidido :
"Terry, habrá que cambiarte el nombre…un nuevo nombre busco para Terry" Tan alto lo repetía que Joselito, su amigo más pegajoso sintió inquietud y ganas de inmiscuirse en el asunto, asomó la cabeza por la ventana y vociferó:
_¡Kevin, ya tengo el nuevo nombre de tu perro!
_¿Cuál es el nombre? _preguntó Kevin
Y como si fuera un estribillo Joselito dijo el nombre ideal para un perro:
_Tu perro se llamará "Boby"… "Boby" se llamará tu perro.
_¡Ese nombre no me gusta! _rebatió Kevin_. Debe ser un nombre de perro bravo
_¿De perro bravo?
_Sí, para que sea más agresivo con los mosquitos tigres.
_¿Son tan malos esos mosquitos?
_Tan malos son que mi perro está a punto de perder las orejas ¡Qué amilanado está Terry!
_¡Bah, para pensar en el nombre de tu perro tengo que verlo!
_Ven y acércate para que lo veas –aceptó Kevin.
Joselito no lo pensó dos veces y con saltillos del sapo Sapirón llegó a casa de Kevin para ver las orejas del perro. Pero resultó un susto mayor del que esperaba. Exclamó:
_¡Dios mío, Kevin tus orejas parecen los sombreros de Robin Hood! ¡Esos tigres han acabado con tu cara, cómo te ha crecido la nariz…habrá que cambiarte el nombre…!
_Ya me lo cambiaron _acentuó Kevin_. ¡Por dondequiera me dicen, Narizuflecha.
_¡Vaya nombre, no lo permitas, amigo…tú siempre ha sido el dandi de las chicas…!
Luego se vio a Joselito ceñudo escudriñando cada rincón del patio, y al ver sobre una mesa varias latas, un mazo y un cincel le picó la curiosidad:
_¿Y qué haces para combatir a los mosquitos?
_Como puedes ver estoy destruyendo los hábitat de esos insectos dañinos. Antes de tirar las latas al cesto de basura le perforo el fondo para evitar cúmulos de agua, porque es ahí donde ellos nacen y se desarrollan.
_¿Cómo aprendiste todo eso?
_Estudiando libros de biología y de sanidad.
_¡Qué inteligente eres, Kevin, por eso siempre sigo el rumbo de tus flechas!
Y como Joselito era también un niño muy listo, no podía despedirse sin decir el mejor de los nombres para aquel perro que estaba triste y dolorido por las picaduras del mosquito que ha movilizado a toda España:
_Kevin, tu perro se llamará ¡El Tigre!
¿Será Terry un perro bravo de verdad a partir de ahora, capaz de combatir al mosquito Tigre?

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Respuestas a esta discusión

Me enamoré de tu relato que celebra la astucia y el cuidado responsable de Kevin hacia su perro. ¡Bravo! Te aplaudo de pie.

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Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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