PRESENTE ETERNO
Era un veinte de diciembre, al clarear el día, Alfredo se levantó alegre,
y lo primero que hizo, fue mirar por la ventana, el zacate esmeralda
del patio de su casa soleado. Frisaba los cuarenta años, y tenia una familia integrada,
compuesta por su esposa Sara y dos hijos adolescentes, Juan y José. El trabajaba
en un despacho contable, y en sus tiempos libres se distraía escribiendo
poesía y narrativa; era un asiduo escritor, que se nutría de
conocimientos al leer a los autores clásicos y contemporáneos.
Estaba cercana la Navidad y esto le despertó la inspiracion,
para componer un texto alusivo a la maravillosa fecha.
Las tardes se tornaban propicias, para que escribiera con el
corazón y con el alma, el producto de su inspiracion.
Estaba motivado también por el tañido de las campanas, de una iglesia
cercana a su casa, que estimulaba mas su espíritu literario. Contribuían además
los ocasos, con la luz oblicua del astro dorado, que se veía entre valles y colinas,
y que despertaba la sensibilidad del hombre, para que sus escritos tuvieran sensaciones
y sabores especiales que entretenían y distraían a todos.
Por supuesto su familia apreciaba su don literario. Alfredo imbuido en el
clima navideño, creó con su tesoro de palabras sublimes,
un hermoso escrito, que planeo declamar a su familia, la noche suprema y
sagrada del nacimiento de Cristo. Llegada la fecha y con el núcleo familiar reunido,
después dar gracias y de disfrutar de la cena Navideña, Joaquín les leyó
su creación. Les hizo comprender con sus letras a sus familiares, la presencia del Niño
Dios, con el traje vistoso de la divinidad, y que sonreía feliz por haber nacido
entre los humanos. Con voz trémula Alfredo los transportó a ese maravilloso
pasaje sagrado; y todos al escucharlo, se abrazaron con alegría, comprendiendo
que si vivía el Ser Supremo con ellos, no estarían condenados a sufrir
males, ni la soledad destructiva, y que con El nada les faltaría.
Si bien los regalos entre los humanos, son para festejar el nacimiento
de Jesús, el regalo más valioso que se le puede dar a Dios es tenerle Fe.
Alfredo terminó la lectura de su obra, diciendo que cada día que
Dios nos da en esta vida y en la prometida, es un presente eterno.
La familia siguió con el festejo hasta pasada la medianoche, felices de estar reunidos.
Todo ese tiempo brillaban las luces de un árbol navideño, y un halo mágico
rodeaba al Niño Dios en el hermoso nacimiento.
Presente: Regalo.
Nacimiento: Belén.
Nombre: J. Jesús Ibarra Rodríguez.
País: México.
Etiquetas:
Lindo cuento
Edith Elvira Colqui, apreciada poeta, gracias por gastar tu valioso tiempo para visitar mis letras.
Tiene alto valor tu amable comentario.
Con mi constante amistad recibe un fraternal saludo.
Muy buena tu narrativa nutrida de maravillosas imágenes descriptivas. Me ha encantado. Gracias por participar.
MilagrosHdezChiliberti-PrsdntOME, distinguida poeta y escritora, gracias por tu gentil visita a mi texto.
Tu comentario es muy valioso. Me alegra que te haya agradado.
Con mi invariable amistad te envío un fraternal saludo, desando lo mejor para ti en el año siguiente.
Espero que sigan los bellos eventos en los que nos invitas a participar.
MilagrosHdezChiliberti-PrsdntOME, apreciada y fina poeta y escritora, recibe mi gratitud por haberle concedido
a mi cuento navideño este hermoso DIPLOMA, que es un verdadero incentivo.
Recibe mi invariable amistad con un fraternal saludo, y con los mejores deseos para este año.
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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