El Reno Rojo
Aún no amanecía cuando Miriam se dirigió al árbol de Navidad. Había muchos regalos, pero solo uno de ellos le llamó la atención por su enorme tamaño. Se disponía a leer la tarjeta navideña anexada al regalo y entonces, vio a un reno rojo de enormes cuernos asomándose por el ventanal de la sala. «Vengo de parte de Papá Noel» Dijo el animal, con voz grave. La niña de apenas siete años, no se sorprendió al escuchar la voz, sino todo lo contrario, aquella extraña visita le produjo curiosidad a unas cuantas horas de la Navidad.
̶̶ ¿Por qué vienes tú y no Santa Claus? ̶ , preguntó Miriam.
̶ Él está muy ocupado repartiendo regalos a los niños, mujeres y hombres que tienen el alma pura y misericordiosa; como son muchos, no tuvo el tiempo de venir con su trineo mágico. Yo suelo cubrir encargos muy especiales, por esta razón es que he venido en su lugar.
̶ ¿Dónde está mi regalo? ̶ , preguntó Miriam, pues no traía nada consigo.
̶ En el Polo Norte, si no tienes miedo, yo te llevaré.
Miriam accedió, y por arte de magia, se convirtió en un ave de bellas plumas azul celeste y verde esmeralda, su cola de color bermellón, era tan larga que parecía un cometa, desprendiendo a su paso una estela de luz con rumbo a la Estrella Polar. Al llegar a su destino se trasformó de nuevo en niña, pero el reno no la acompañaba y se puso triste.
A pesar de la nieve, no sentía frío. Caminó sin prisa sabiendo que pronto daría con su regalo. De repente, a lo lejos vislumbró una luz violeta, muy tenue. Al acercarse no le quedó la menor duda, era una Aurora Boreal, la cual lucía majestuosa. Con gran sorpresa vio flotando en ella al reno rojo, luego el viento empezó a soplar, consigo trajo el sonido sutil de nueve cascabeles que abrieron una puerta en la Aurora Boreal. La niña de nuevo se trasformó en la hermosa ave, para después introducirse en aquella inmensa luz. Desde ahí, todo le parecía nítido, podía oler la fragancia de los pinos, la nieve ignota y hasta el más diminuto copo de nieve. A lo lejos dos angelitos jugaban a las flechas con fuego, cuando súbitamente una de ellas atravesó su pecho, abriéndole el corazón. Aunque, al principio sintió como si la lava de un volcán se desbordara, después sintió un sentimiento de paz y amor inundando todo su Ser, quedándose profundamente dormida.
Cuando despertó se hallaba en el mismo lugar de antes de partir, entonces pensó que todo había sido un lindo sueño. Al mirar por la ventana, se asomaron los primeros rayos dorados del Sol naciente. Una estrella fugaz, que venía detrás de una lluvia de estrellas, despidió la Noche Buena.
La tarjeta navideña, que aún conservaba en su mano, decía:
«Tu mayor regalo es recibir el nacimiento del niño Dios, en la llama boreal del Corazón de Jesús»
¡FELIZ NAVIDAD!
El Reno Rojo
Gloria Rios Ayzú
(Kokul ‘al Quetzalcóatl)
México
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Letras para el alma Kokul'al
hermoso mensaje lleno de dulzura.
Abrazos...Evaluna
Muchas gracias amiga Evaluna
por tu comentario
Abrazos Kokul 'al
Muchas gracias amiga Iris
por tu gentil comentario
Abrazos de luz
Kokul 'al
¡Qué hermoso cuento, Kokul !! me encantó la fantasía y la aventura de esa niña convertida en ave surcando los cielos. Un saludo fraternal.
Muchas gracias amiga Ingrid, por tu comentario hacia mis letras
Abrazos navideños
Kokul 'al
Muchas gracias amigo Donald, tu comentario me honra.
Abrazos navideños
Kokul 'al
¡Feliz Navidad! Hermosa narrativa querida amiga, un deleite la lectura, abrazos.
Muchas gracias tocaya , igualmente que pases una feliz Navidad
un abrazo grande navideño
Kokul 'al
Distinguida poeta gracias por compartir tu tierno cuento, lleno de fantasías y realidades.
Felicitaciones.
Un fraternal abrazo.
Muchas gracias amigo Jesús, un gusto que pase por mis letras y saludarlo nuevamente
Feliz Navidad
Kokul 'al
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