EL HUEVO DE LA SERPIENTE

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Es la película más terrible de Bergman e incluso de las que se acercan al tema del nacimiento del nazismo; no hay apenas violencia física, pero mucha psicológica. Todo contribuye a crear un clima inhumano: los colores fríos, las calles desiertas, las sombres humanas, la pareja de ancianos descuartizando un caballo en plena vía pública para poder comer carne, y especialmente la descripción del hombre como un error genético, cuyas aberraciones son difíciles de evitar. Planos psicológicos y políticos se combinan para crear este clima que llega mucho más lejos de lo que lo haría una cinta comprometida del género.

El título de la película se refiere a que se puede ver a través de la cáscara transparente del huevo de la serpiente, la gestación de la pequeña culebrilla insignificante que llega a resultar graciosa e inspirar la compasión. Por eso, cuesta tanto destruirlo en esa fase e impedir su nacimiento. Pero una vez eclosiona y sale del huevo, ya es demasiado tarde, el mal ya está hecho y nadie puede pararlo, y su poder de destrucción va creciendo.

Berlin 1923, fecha del golpe de estado frustrado de Hitler. Los alemanes viven unos momentos muy difíciles, presas del terror, el hambre y la desesperación. Abel Rosenberg (David Carradine), americano, regresa a la pensión, donde vive con su hermano Max, y lo encuentra muerto en el suicidio. Abel, Max y su esposa Manuela (Liv Ullmann) habían formado un trío de trapecistas en el circo, pero un accidente inhabilita a Max y deberán buscarse otro modo de vida. En torno a Manuela deambula un científico, Hans Vergerus, antiguo conocido de ambos hermanos. El cerco se irá estrechando en torno a Abel, judío, y deberá incluso matar para sobrevivir.

Según Miquel Porter-Moix (1977), Bergman reflexiona sobre la posibilidad de destrucción total de las capacidades humanas a partir de una locura provocada artificialmente que abre el camino al nazismo. Es el mito del doctor diabólico, parte del Doctor Mabousse, que actúa en persona ayudado por criminales que le siguen debido a un conjunto de deseos, temores, hipnosis, carisma, manipulación.

Se ha recriminado a Bergman la humillación y el terror sobre individuos aislados en terror y humillación universales. Siempre que intenta explicitar un referente histórico de sus films, dicho referente acaba siendo anulado por el peso de unas connotaciones ideológicas que lo desbordan: la guerra concreta se convierte en una guerra abstracta.

Cuando el autor Bergman habla del presente, no está haciendo una crítica al sistema capitalista imperante y al resurgimiento del nazismo en su seno, sino reflexionando sobre algo más eterno y metafísico: la condición humana en abstracto, y esta reflexión puesta en boca de un médico mabusiano niega toda posible dialéctica histórica. La pregunta sería hasta dónde se debe remontar uno en la historia de Alemania llamada "ascensión del fascismo". El personaje Abel Rosenberg, perdido entre la multitud ciudadana, cuya imagen triste y aterrada abre y cierra el film, se convierte en el judío universal, el judío errante. En un contexto sombrío en el que el huevo de la serpiente ya ha sido inoculado, en el que el arte se manifiesta a través del grito de Munch, los dibujos de Grosz o el cine de terror de Frizt Lang, el film plantea tres puntos para el debate:

El nazismo como pesadilla cinematográfica del artista sensible, mediador de la pequeña burguesía, víctima social de la serpiente.

Malestar social manifestado a través de la neurosis individual: Rosenberg intentando romper su propia imagen.
Contradicción entre el sujeto existencial, que se reconoce en el espejo, y el sujeto histórico que se siente observado por la cámara tras el espejo. El paso de lo imaginario (dual-especular) a lo simbólico, que incluiría a un tercero que observa, devolviendo al personaje a su individualidad
En El huevo de la serpiente, la historia es percibida como una pesadilla de la que resulta imposible despertar. La sensación de miedo e inseguridad que permance es tan grande, que es difícil desprenderse de estos sentimientos.

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Respuestas a esta discusión

No tengo el gusto de haber visto la película. Pero me llamó la atención el título: El huevo de la serpiente, el cual tiene un significado ya de por si ocultista.El cual implica interiorizarse dentro de uno mismo, comernos nuestros propios venenos y sobrevivir a todo eso. Morir para poder renacer es la paradoja del huevo y la serpiente. Siempre antes de un cambio significativo en la historia y el lo individual, aparece el huevo y la serpiente. La pregunta es ¿tiene vigencia actual?

Un abrazo fraterno

Kokul 'al

¡Eres un irremediable cinéfilo, Alejo; muy buena reseña has hecho!

¡Excelente reseña, Alejo!

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Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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