Hace unos 70.000 años nace en un lugar perdido de África el Homo Sapiens. En esos tiempos otras especies del género Homo se encontraban ya en la Tierra. Pasan los años y se produce la extinción y / o asimilación de esas otras especies -las discusiones sobre el tema abundan- quedando en neto predominio los sapiens y, finalmente, como única especie.
Tras milenios en los que se suceden revoluciones: cognitiva, agrícola, industrial y varias territoriales políticas; se alzan y caen imperios, sobrevienen guerras, enfrentamientos religiosos, cataclismos naturales y otros desastres… el homo sapiens se transforma en el peor enemigo del planeta, del ecosistema y de sí mismo puesto que corre el peligro de inmolarse al destruir el sistema que lo contiene.
Progreso real pudo obtener a lo largo de su evolución… logró disminuir la incidencia del hambre, las epidemias y guerras, construir ciudades, desarrollar el transporte y las comunicaciones en general y todo un largo etcétera… hacer más confortable la vida humana pero… ¿ha conseguido mitigar el sufrimiento de sus semejantes y propio? ¿Ha podido descubrir su destino y encontrar satisfacción en él? ¿La alegría y la salud son sus acompañantes habituales?
Su transcurso a través de la historia está sembrado de estragos producidos a los animales y otros seres vivos. Hoy se autoproclama un dios, a punto está casi de lograr la juventud eterna y el poder de creación y destrucción del mundo y seres; al gozar del poder absoluto no se siente obligado a dar explicaciones a nadie, busca solo la propia satisfacción y diversión a costa de sus semejantes y del planeta que lo alberga y, es más, en su ansia de trasponer límites y expandirse pone en peligro a otros planetas que, de ser colonizados, se enfrentarán a los mismos riesgos que el nuestro para terminar en la devastación como está ocurriendo con nuestra amada madre Tierra.
Delia Checa - D. R.
Mendoza, Argentina
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