LA CARTA QUE NO HA DE SER ENTREGADA

[Delia Pilar]

Mi amor de siempre:

                    Perdóname si no logro olvidarte y en mis sueños recupero tu imagen, subsistente del naufragio, es que en la penumbra en que discurren mis días espero alumbrarme con la luz de tu recuerdo. Perdóname si mi corazón guarda el verano de tu ternura. Yo que tanto ansié ser libre contamino mis horas tan puras con la esclavitud de tu recuerdo, las encadeno a tu memoria amada. Como mendigo te ruego que me habites con tu fantasma. Oteo el horizonte y allí tú no estás y mientras cargo mi cruz me importuna cualquier presencia humana que llega a mi puerta.

Este llanto es lo único que me queda, el dolor es una enredadera salvaje que ha invadido y trepa por todo mi interior… mi cuerpo aún encuentra momentos de paz en que se relaja sobre las blancas y frescas sábanas o sobre la hierba fragante pero mi alma es un pobre pájaro herido que aletea en mi interior y se golpea contra los muros que aquel le impone. ¿Será esto un sueño del que tardo en despertar? Me desangro en silencio por estas heridas que tu ausencia, hondo puñal, abrió. La memoria permanece llena de tu presencia. Pasan las estaciones con toda su carga de nostalgias;  el verano me trae el recuerdo de un verano en llamas en el que el amor florecía, así como la primavera de otra tan frágil como perfumada… ¡me sobra ya la primavera así como las auroras!  ¡Me duele tanto la vida, tan llena de filosas tristezas, así como sus chisporroteos! La melancolía es un pulpo que me envuelve y asfixia. Las horas ruedan ofreciéndome sus frutos aromados y limpios a los que, obstinada, dejo intactos.

Mi casa está aún impregnada de tu ser alado. Todavía persiste el polvo de estrellas que por ella esparciste…en los rincones aún repica la campana de tu risa, en ellos solo queda un resto de escuálidas sombras… ¡qué efímera fue tu presencia en esta casa!  Diría el poeta: “¡es tan corto el amor y tan largo el olvido!”

Mi ser pertenece al Más Allá desde donde tu imagen dulcemente me llama. La muerte me va arrastrando, poco a poco, en plurales ataques, en un deslizarse lentamente… hay momentos en que tu recuerdo en sacerdocio invisible me rescata de este dejarme morir, de hundirme mansamente mientras la vejez invade mis pupilas ya como una imagen habitual.

¡Cuánto te amé!...contigo viví un mundo lleno de espejos, me miraba en ti y descubría mi sombra así como las gemas que yo, ignorante, me empecinaba en no percibir… comenzamos como recién nacidos con todo un mundo por descubrir, creciendo día a día… mis manos conocieron tu piel de memoria;  extrañan ahora tu espalda serena, el territorio donde se llenaron de misterio… felices en tu geografía amada… ¡cuánta ternura depositaste en mí!

Y te recuerdo, yacente, preparado para ese viaje a lo sutil,  con tus párpados cerrados, ocultando las cuencas de tus ojos, plenas de luz negra; mustias ya tus mejillas así como tus labios… con tus manos pálidas, palomas dormidas cruzadas sobre el pecho, vano gesto que trataba de impedir que tu alma escape de tu cuerpo, dispuesto ya para este viaje al Más Allá.

Quedaste habitando mi alma, último reducto en el que te llevaré, en este inagotable suceder de días y noches, tan infinito como la muerte… y, con embeleso, espero el día del encuentro final en la eternidad en el que tú y yo seremos Uno ¡para siempre jamás!

Delia Checa - D. A. R.

Mendoza, Argentina - 2012

 

                                                                            

 

[MilagrosHdezChiliberti-PrsdntOME]

EL AMOR ES ETERNO, MÁS ALLÁ DE LA ETERNIDAD CONTINUA EN UN ENCUENTRO SUBLIME.

HERMOSA CARTA PARA ESE AMADO QUE YA SE HA MARCHADO AL CIELO.

GRACIAS POR COMPARTIR.

[Delia Pilar]

Muy agradecida, Milagros, por tu lectura y hermoso comentario.

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

¡Impresionante carta inédita, Delia!

[Delia Pilar]

Te agradezco, Benjamín. 

[Iris Girón Riveros]

Es una carta tan del alma

que conmueve al leerla.

Gracias Delia por compartirla.

[Delia Pilar]

¡Precioso comentario, Iris! 

Muchas gracias. 

Delia

[Liliana MarIza Gonzalez]

 Bella carta que llega al corazón

Gracias 

mary

[Jhonny Olivier Montaño]

LA MUERTE CON SU LEVE SUTILEZA NOS DERRUMBA ANTE LA VIDA MISMA

Y NOS HACE VOLVER A ENTENDER QUE DEBEMOS SER NIÑOS OTRA VEZ

PARA SER FELICES DEFINITIVAMENTE

HERMOSO POEMA AMIGA DELIA

MUCHAS GRACIAS POR COMPARTIRLO.