PASIÓN POR LO VEGETAL.

POR JULIO LUPO CHAPARRO HIDALGO

  

    

  

Antes mucho antes que existan los incas, yo he sido tallo  

tan solo tallo junto a otros seres y muchos tallos como yo  

treparon a un árbol, como quienes se abrazan a los altos pechos  

de un tronco como queriendo realizar un coito vegetal

en medio del follaje, antes del acto nupcial.  

   

Desflorando un mundo verde, onírico con una verdadera  

*dendrolatría erótica del mismo Erastés...(.dendron: árbol.) . (Erastés: amante)  

que arrimaba presto al árbol y lo abrazaba ardientemente  

como quien estruja a una hembra sedienta de amor.  

   

Moviéndose con fingidos remedos copulatorios  

hasta lograr la consecución del clímax vegetal  

él, es mi oscuro personaje, nunca en su vida cultivo con los humanos  

un trato social tan fluido como el que mantuvo con los árboles  

el creció, también como duro y útil vegetal , como todo árbol  

   


Las flores y las formas de este árbol se transforman constantemente
  

mientras exista la fértil imaginación .  

Sabemos que cualquier árbol puede ser objeto erótico y caudal de afecto  

y otorgado de complacencias exquisitas , como un rey que a un árbol

que lo encandiló tanto , el monarca persa lo cubrió de joyas 

y otros presentes.

 

Los humanos no tenemos por qué sorprendernos 

que hayan dendrófilos, dendroerastas  y dendrólatras,

lo raro sería que no lo hubiese.

JULIO LUPO CHAPARRO HIDALGO

"Hno.Willy"

Presidente del Fondo Mundial de Cultura

de la Unión Hispanoamericana de Escritores 

 

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Respuestas a esta discusión

Les pasa a todos lo mismo que e mi o tengo que consultar a un oftalmólogo? Cada vez las letras son menos visibles y ocurre que a veces no las veo, ¿A quién debo dirigirme para pedir un poco de tinta?

Hizo rememorar la obra del Dr. Carlos Garrido Chalèn

"Confesiones de un àrbol"

Antes de ser un hombre
yo he sido un árbol bueno
sobre cuyas ramas creció por temporadas
la tarde con sus sombras.

En aquel entonces tenía mis propios tallos
y mis propias raíces
y servia de parque a los jilgueros.
Y no me molestaba cuando los enamorados
encorazonaban mi corteza
para cruzar con flechas sus sueños
en los míos.

Era un árbol firme
y nada me importaba más que ver mis frutos
venciendo el hambre de los niños;
No recogía uvas de los espinos
ni higos de los abrojos.

Tenía un alma vegetal infinitamente sensitiva.
Y eso lo sabían los grillos que orquestaban
mis fiestas coloquiales.

Era yo árbol para todos. Tronco vegetal
callado y majestuoso.
Pero sobre mi savia crecieron
mis viejas ilusiones
y mis iras.

Y me elevé al infinito irrigado por el llanto
del mismo firmamento,
y resistí estoico las ingratitudes
del clima
y sus tertulias.
Era yo un árbol con ganas de ser árbol!

Mi idioma era el idioma
que hablaban en secreto
los geranios
Y yo era para ellos como un hermano grande
rodeado de eucaliptos y gardenias.

No sé si he sido un roble
o acaso un guayacán de verdes hojas.
Solo sé que me placía servir de sombrilla
a las calandrias
Hube que conocer entonces muchas cosas.

Y a veces sentía ganas
de levantar mis raíces
y echarme a volar con las gaviotas
Y como era silvestre
me atraía la magia de los campos
y me gustaba compartir
mis soledades con la tarde.

No me van a creer, pero yo,
antes de convertirme en transeúnte
-siendo un árbol silente y majestuoso–
tenía el corazón de un ser humano.

Precioso relato Julio

Un abrazo

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Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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