EL PODER TERAPEUTICO DE LA POESIA

[J.Jesús Ibarra Rodríguez]

EL PODER TERAPÉUTICO DE LA POESÍA

El Médico y Escritor Norman Rosenthal, confirma el real

efecto de la poesía en los seres humanos.

Se comprueba así la fuerza de la palabra escrita,

hecha con el impulso de la mano y de la mente.

El Médico asevera que una persona al leer o al escuchar poesía,

sobre todo dicha en voz alta, obtiene la curación para algunos problemas

del alma. Que alivia enfermedades emocionales y estresantes.

Así que si se receta esta medicina, de lectura diaria de poesía a la gente,

se despertará la alegría y la felicidad, resultando casi una panacea divina.

Porque se reconforta el espíritu cuando las letras nos trasladan,

cuando están hechas con el corazón, a sitios y situaciones

que generan sensaciones y emociones curativas.

Así que la bellas imágenes reflejadas en la escritura de poesía,

producen efectos benéficos. Es que la poesía es un árbol

sin espinas, el vuelo de una golondrina, un camino despejado,

sin fronteras para los humanos.

Es un regalo en esta existencia para los mortales, que hace

que se viva en cordialidad y en armonía.

La poesía abarca temas de cielos, tierras y mares,

 de la naturaleza en si y de los seres humanos; de la hermandad

y de la fe por Dios indicada.

Nos lleva a comprender a los semejantes, a sentir lo apacible

de un lago por arboles rodeado; a escuchar las aves con cantos

naturales. A sentir la arena que juega con las conchas, y acaricia

los suelos llevada por las olas. A ver montañas y campos, selvas y desiertos.

Nos motiva a mirar el cielo, y admirar lo esplendido del sol,

y por la noche la apacible luna, y los colgantes y luminosos faroles.

Nos traslada a pueblos y a ciudades, a los arroyos y a varios lugares.

La poesía da riqueza espiritual, y evita la tensión y el estrés;

consuela y da optimismo al distraer y entretener.

Además la poesía ilustra, alecciona, informa y aporta algo valioso

para hombres y mujeres.

Porque la poesía en verdad, es una voz que alienta y cura.

J. Jesús Ibarra Rodríguez.

Imágen de Internet.

México.

[Delia Pilar]

Muy didáctico texto con el que estoy totalmente de acuerdo, J. Jesús. 

La poesía hace un gran aporte a la armonía emocional.

Además, no nos olvidemos que la escritura en general

estimula la memoria por lo que resulta preventiva,

sumada a una alimentación y vida saludables, de 

las enfermedades degenerativas cerebrales.

Muchas gracias por este valioso aporte. 

[J.Jesús Ibarra Rodríguez]

Delia Pilar, insigne y fina poeta, se alumbra mi pagina con tu especial visita.

Tu análisis y la interpretación que haces del contenido del texto, son el reflejo de tu capacidad literaria,

y de tu experiencia humana. El comentario que haces trascenderá de seguro.

Hay que confiar en la poesia, esa bondad escrita que suaviza y alegra el alma.

Es el idioma divino de los ángeles, deleite de todos, desde tiempos antiguos, de reyes y emperadores,

y en la actualidad de quienes gustan de leer poemas, en todos los niveles.

Es la poesia curadora de emociones negativas, fomentadora de la hermandad, despertadora de la

sensibilidad, una luz en la oscuridad. Mil gracias por Destacar el texto.

Delia Pilar, deseando lo mejor para ti, te envío un cálido y fraternal abrazo.

[J.Jesús Ibarra Rodríguez]

Elias Antonio Almada, gracias estimado poeta por seguir mis letras.

Celebro que te haya agradado el texto.

Un fraternal saludo en la distancia.

[Vilma Lilia Osella]

La poesía sana y salva, un poco como Dios. Es un dios en miniatura que cala hondo y nos distrae de los dolores.

Gracias Jesus. Muy reflexivo tu aporte.

Vilma Lilia

[J.Jesús Ibarra Rodríguez]

Vilma Lilia Osella, apreciada amiga poeta y escritora, gracias por gastar el tesoro de tu tiempo, para seguir

mis letras.Tu apreciación del contenido del texto reflexivo, tiene un elevado valor, por las analogías y

conclusiones que haces. La imagen que nos regalas es muy hermosa.

La poesía es el suave canto de las letras, que sanan algunos males emocionales de los seres humanos.

Sus beneficios son palpables.

Te envío con afecto un saludo fraternal.