ADELA GUERRERO COLLAZOS, PENSANDO
COMO PIENSAN LOS POETAS: CON EL ALMA
Cuando la laureada poeta colombiana Adela Guerrero Collazos, decidió participar con su poemario “Abrazo de luz”, en el XXVIII Premio Mundial de Poesía Mística “Fernando Rielo” de España, en donde resultó finalista, no buscó para inspirarse, a la esfinge resucitada de Tebas.
No tenía razones para buscar al monstruo sucesivamente cautivo y vencedor de Edipo, el hijo de Layo y de Yocasta, a quien el oráculo predijo que mataría a su padre y se casaría con su madre.
Tampoco a esa figura jeroglífica del gran tetragrama divino – al baphomet de los templarios -, que recordaba a los querubes del arco, análogo al Dios negro de Rabí Schimeón. Sabía que cuanto más viva es una luz, más negra es la oscuridad que se le opone, y entonces pensó como piensan los aedas: con el alma.
Hizo entonces profesión de fe. Pero no para hablar de una sabiduría inmutable y una inteligencia creadora, o una bondad equitativa y una justicia misericordiosa, sino para encontrar en la poesía, que un año le había permitido obtener el Primer Premio III Concurso Literario Internacional-Bonaventuriano- de Poesía y Cuento, el Gran Premio Concurso de Poesía. Ediciones Embalaje y más antes, el Primer Premio del Concurso Internacional de Cuento Nueva Acrópolis, la razón de su propia existencia creadora.
Su “Abrazo de luz”, es por eso una experiencia personal beneficiosa, a la que nos invita para hacernos pernoctar en sus paisajes razonables: que tienen vida propia, y han sido diseñados para compensar al corazón enamorado, al alma piadosa, al espíritu que canta.
Navego en tu océano de luz en arreboles,
porque me habitas
porque me enciendes desde dentro,
en tus espejos,
Presencia y Vida
donde el silencio se eleva embelesado
hasta saber que te hallas sin medida
en este corazón que te reclama,
desde el encuentro de tu voz con las estrellas
desde la ausencia del tiempo.(Entre murmullos)
Adela Guerrero Collazos entra a la semilla para verificar su mañana y es en ese dintorno en donde su poesía, considerada una de las mejores de América, se consolidan sus recuerdos más imperecederos (al fin y al cabo, el recuerdo eterno no conserva más que las cosas imperecederas y todo lo que pasa en el tiempo pertenece de derecho al olvido).
Nostalgia tuve de Ti, Amado
De solazarme en tu esencia de cuna y de ciruelos
de siempre estar alerta
al sentido del transitar
por este cruce de existencias
hechas de tu hálito
como beso indecible de galaxias
en la puerta de tu tienda. (Porque me encuentras)
La poeta de Caldas, con Licenciatura en Educación en la Universidad Javeriana de Bogotá, Filosofía en el Santo Tomas de la misma capital colombiana, Magíster en Educación de Adultos en la Universidad de San Buenaventura de Cali, sabe entonces lo que quiere y adonde apunta la eternidad de sus morales vaticinios (el Talmud dice que las almas de los que no han creído en la inmortalidad, no serán inmortales). Porque en su poesía no campea la inutilidad, sino el adjetivo imprescindible. A su justa converge la fuerza creadora de una mujer que se cree capaz de resistir al infinito. Y eso la hace solidaria consigo mismo y con los que somete con sus versos. Afuera quedan los fantasmas de sus dioses, la esfinge híbrida, el toro alado que balancea en su mano de hombre una espada cuyos relámpagos alternados llevan el despotismo de la luz al despotismo de las tinieblas.
Me hallas
en el silencio del lugar sin lugar
como entre frailejones pensativos
en la cima de los invernaderos,
en el espacio sin tiempo
donde no hay límite
Presente
como sol entre arreboles
como abrazo de luz cuando me abrigas.(Cuando me llamas)
En la ternura oceánica de Adela – en su increíble sensibilidad y en esa humildad que nos conquista a todos -, se mecen los sortilegios de una naturaleza que no conspira, ni victimiza, que es dulce y conciliadora. Que es coetánea con el amor y en su mágico designio se conmueve la vida. (Es necesario la verdad para los sabios, la duda para los razonadores, y la fábula para los locos y los niños)
Desde la ansiedad de mis océanos
sin palabra
donde el silencio se eleva lentamente
hasta hacerme sentir
que te hallas sin medida
en este corazón
que te reclama como sombra de árbol
en el rumor de la esperanza.
Estas aquí,
porque fulguras de horizontes
y me invitas a regocijar
tu cercanía
mientras el tiempo apremia
tu Presencia.(Como milagro)
En El Libro de los sabios, se dice que siendo el infinito una absurdidad, que se afirma invenciblemente frente a la ciencia, se precisan fórmulas absurdas para mantener en el hombre que no razona, el gran sueño del infinito. Adela Guerrero Collazos prácticamente rebate esa posición, porque en su poesía hasta lo absurdo tiene la connotación irreverente de lo posible. Y es en ese contexto, a veces irracional y no siempre reflexivo, que con frecuencia se contonea lo creado. Porque la poesía es también absurdidad, pero aún cuando desempeñe ese papel separado de la lógica y la moral, puede tener la significación de gran conquista.
Tu
desde el rincón
de la arcilla donde proclamas
la vida
en la cercanía de los girasoles
con el cosmos,
desde el inicio de las lunas
te hallas
en la plenitud de las horas
como este pálpito de instante
que hoy escribe
cuando tus manos en mis manos
se re-crean
de alumbramientos.(De tu amor me enciendes)
La poeta Adela Guerrero Collazos goza de un poder del que de repente ni ella misma se percata, pues como la mujer de la Plaza de Alejandría, tiene en una mano una antorcha encendida y en la otra un cántaro repleto de agua transparente: con la tea quiere incendiar el cielo y con el agua extinguir el fuego del infierno. Y a su poesía se acerca ese querer cambiarlo todo, esa insinuación de luz que canta, y las maneras de una creadora que ama y siente, que reacciona como hembra sensitiva frente al vacío de todas las distancias.
Ahora
abro el dique de mi espíritu.
Un tsunami me arrolla desde dentro
Eras allí desde que la luz se hizo
Eras allí,
simplemente.
Cuando urdida de ceguedad
y de la lejanía
te llamaba
Tú eras allí
Esperando… (En mis entrañas)
Por eso que me inclino ante la obra de esta genial poeta, pues así como Dios no es visible más que por el amor, que es la recompensa de los corazones puros, la verdadera poesía que vibra en sus alvéolos, hay que verificarla preguntando al corazón lo que acredita. Es allí donde es posible encontrar la eternidad y la dicha.
Presencias y ausencias,
Búsquedas y hallazgos
Así la vida
Mientras Tú
a la vera de los desencuentros
a la orilla del tiempo
te ofrendabas
como faro y navío
donde la leche y la miel de tu consciencia
esperaba el momento
para embelesar de carcajadas
a este corazón que anhela
el sonar de los tambores y las flautas
que te anuncian sin descanso,
puerta que se abre
al firmamento
de almíbar y de vendimias.(Sin saberlo)
Para qué más. Si ella piensa como piensan los poetas: con el alma.
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