¿A QUÉ VINO EL HOMBRE AL MUNDO?

 

Esta interrogante, se ha planteado a través de la historia, desde el punto de vista filosófico, existencialista o pragmático. Y con seguridad podríamos afirmar, que el hombre vino del verbo y hacia el verbo va.

Vino de un acto de la Palabra de Dios, y por consiguiente el hombre es un acto de comunicación (un acto de amor), que vino al mundo a comunicarse. Quien mejor se comunique más exitoso será. Por contrario sensu, el que no logre comunicarse, un fracasado será.

Y como el humano está hecho, según las Escrituras, a semejanza del Creador, podemos afirmar que desde el coito o intercomunicación sexual, pasando por la concepción y nacimiento de un hijo, el ser humano expresa sus mayores mensajes de amor, que se consolidan al brindar cuidados y educación a ese mensaje viviente, independiente y con vida propia.

El amor puede expresarse en español, inglés u otro idioma, pero ya de por sí posee un código especial universal que muchas  veces se entiende mejor, sin las palabras y en el silencio.

Ese metalenguaje que va más allá de los códigos idiomáticos,  se hace posible en la sublime médula del verbo humano, es decir en su esencia.

Desde el embrión, en el vientre de la madre, el ser humano recibe vida y envía mensajes de esperanza. Cuando nace, llora, comunicando que la luz del universo ha tocado su piel y su alma, y ese llanto, que no conoce de idiomas ni lenguajes aprendidos previamente, es el verbo del infante, la herramienta innata incorporada que ha traído y usa para enviar su mensaje. Su potencial de comunicación comienza a abrirse como se han abierto sus pulmones para recibir el aire.

Ese niño que ha venido al mundo, vino a comunicarse. Entonces comienza a decodificar del entorno y a aprender los diferentes signos que están en sus padres, otras personas y el ambiente que lo rodea. Si observa amor, aprende a amar. Por este motivo, es muy importante codificarlo con amor, para que decodifique y codifique en su cerebro y en su corazón, el mismo sentimiento.

Ya sabe que al llorar lo asisten, pero también entiende el significado de los gestos y las palabras y un día decide comenzar a ponerlos en práctica… ¡Comienza a sentirse exitoso! Ya dice mamá, y ésta viene y le sonríe; ya dice papá, quien acude a besarlo con orgullo. Ya puede expresar que tiene hambre, que tiene sueño, que está húmedo o que está disgustado.

La llegada al colegio es el momento ideal, para aumentar su nivel comunicativo y demostrar su competencia lingüística y no lingüística.

Los maestros son entes esenciales para comunicar a los niños acerca de las ciencias, las artes y la grandeza del universo; y los niños recibirán de ellos, aprenderán de ellos y querrán ser como ellos.

De allí que sus palabras, gestos y otros signos son fundamentales. Pueden enseñar y educar, pero también dañar.

Cada grado alcanzado en la escuela y en la vida, es una muestra de una comunicación exitosa, con sus maestros, con el mundo que lo rodea y con su propio intelecto. Recibir un diploma o un título, certifica el éxito.

©SorGalim

Milagros Hernández Chiliberti

Ingeniera de Sueños

De mi libro:  EL SEÑOR DE LOS TIEMPOS

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Respuestas a esta discusión

GRACIAS AMIGA..POR TU ACLARACION..UN ABRAZO.-

Siempre es muy ilustrativo y didáctico,

leer tus palabras escritas.

Es una génesis científica y bíblica de la Palabra

la que compartes con nosotros.

Erudita eres.

Gracias distinguida Milagros.

Amistad reflexiones y Algo más: Hoy enciendo en tu muro, tres velas

Bello mensaje que catalogo como un artículo, aunque dices que forma parte de uno de tus libros. Te felicito porque es un texto pedagógico que dice muchas verdades deducciones de la experiencia, observaciones, vivencias y capacidad analítica, me ha encantado leerte. Un fuerte abrazo desde Araure.

Disculpa si hay errores, mi vista falla demasiado.

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Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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