Llegó la hora de escuchar a la luna-deva

 

La oscuridad habita en las mentes, donde

no hay amaneceres... El ermitaño,

navega por las aguas tranquilas,

espera la señal dorada.

Sobreviví una noche más,

se descorren cortinas,

por dolorosa que esta sea,

la luna me saluda,

me conecta a la inmensidad con las luces

que se visten de gala.

¡Oh, luna!, que a la sangre mueves.

¡Oh, luna!, que a la alquimia cambias,

para dar paso

a los códigos de la Omega.

¡Quién como tú!,

para ver desde las tinieblas.

¡Quién como tú!,

para ver a la muerte viajera.

Si mi estrella te hablara, diría:

No me abandones,

la hora aurea ha llegado,

por eso, hoy te cubres de oro.

Gloria Rios Ayzú

(Kokul ‘al Quetzalcóatl)

México

 Todos los derechos reservados de autor

 

 

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Respuestas a esta discusión

Gloria Rios Ayzu, apreciada poeta, gracias por compartir tu creacion literaria.

Felicitaciones.

Un fraternal abrazo.

Muchas gracias, estimado poeta,

un gran abrazo

Excelente tu poema que he disfrutado.

Gracias por participar.

Muchas gracias, Mila

Abrazos

MUCHAS GRACIAS POR PARTICIPAR

ES MUY BELLO ESTE POEMA.

Muchas gracias, Mamihega, un gusto participar.

Abrazos

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Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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