LA DICHA EN NUESTRO NIDO
En tu presencia grata, se encuentra reunido
lo excelso y lo sublime que causa bienestar,
con la belleza innata y la forma de actuar
de persona atrayente, bonita y con sentido.
Hoy deploro ese tiempo divino que se ha ido
porque el destino absurdo nos quiso separar,
sin importar que solos, donde vamos a estar,
antes de separarnos, el amor nos ha unido.
Esperemos un poco que las cosas se den,
que ese mismo destino nos brindará un edén
en justa recompensa de lo que hemos sufrido.
Y toda la nostalgia terminará también
cuando ya lo impreciso acabe su vaivén
y la dicha infinita, vuelva a llegar al nido.
Hildebrando Rodríguez
C. I. V-651.103
Mérida-Venezuela, 30 de marzo del 2020
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Hermoso poema maestro. Un abrazo.
¡Bello soneto a un reencuentro esperanzador, Hildebrando!
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