LA POESÍA EN LA PRIMITIVIDAD MÁGICA: ANALOGÍA Y PARTICIPACIÓN EN LA REALIDAD

LA POESÍA EN LA PRIMITIVIDAD MÁGICA

Quienes hemos estudiado en el pensum universitario temas de la Filosofía, recibimos la enseñanza de los principios aristotélicos, y se nos explicó el Tema de la “No contradicción”. Decía el filósofo que nada puede ser y no ser simultáneamente.

La lógica del pensador nos repetía el concepto diciendo que es imposible para la misma cosa y en el mismo tiempo ser inherente y no ser inherente a una misma cosa. Dicho del modo más simple: “El viento es un ciervo oscuro”, estrofa del poeta Ezra Pound. De modo racional nadie puede pensar y crear la noción de que el ciervo es un viento oscuro, pero Pound no duda que el animal ciervo sea la misma cosa que un viento. Fue la órden del poeta.

Julio Cortázar, versátil en la universalidad del lenguaje, afirmó que la metáfora es la forma mágica del principio de identidad, y con ello hizo evidente la concepción poética esencial de la realidad, y, por consiguiente, la afirmación de un enfoque estructural y ontológico ajeno al carácter científico con el cual comprende al mundo.

Una mera revisión antropológica muestra en seguida que tal concepción coincide con la noción mágica del mundo que es propia del primitivo. El viejo acercamiento del poeta y el primitivo puede reiterarse con razones más profundas que las empleadas habitualmente. Se dice que el poeta es un “primitivo” en cuanto está fuera de todo sistema conceptual petrificante, porque prefiere sentir a juzgar, porque entra en el mundo de las cosas mismas, no de los nombres que acaban borrando las cosas,

Ahora podemos decir que el poeta y el primitivo coinciden en que la dirección analógica es en ellos intencionada, erigida en método e instrumento. Magia del primitivo y poesía del poeta son dos planos y dos finalidades de una misma dirección.

La evolución racional del hombre ha eliminado progresivamente la cosmovisión mágica, sustituyéndola por las articulaciones que ilustran toda historia de la filosofía y de la ciencia, y hacen del pensamiento una segregación racional capaz de ser explicada mediante la razón del lenguaje lógico. Son planos iguales como formas de conocimiento, de deseo de conocimiento, que apuntan al dominio de la realidad.

El método mágico fue desalojado progresivamente por el método filosófico-científico. Su antagonismo es todavía evidente, y eso nos dice que el hombre ha renunciado de manera casi total a una concepción mágica del mundo, con fines de dominio. Quedan las formas propias de un inconsciente colectivo que encuentra salidas aisladas en la magia o en las simbiosis con supersticiones religiosas, en los cultos esotéricos en las grandes ciudades

Mientras de siglo en siglo se libraba el combate entre el mago y el filósofo, un tercer agonista llamado poeta continuaba sin oposición alguna una tarea extrañamente análoga a la actividad mágica primitiva. Su aparente diferencia con el mago era un no menos aparente desinterés, el proceder “por amor al arte”, belleza, elogio, catarsis, alegría, conmemoración. Al ansia de dominio de la realidad – el grande y único objetivo de la magia – sucedía por parte del poeta un ejercicio que no trascendía de lo espiritual a lo fáctico. A primera vista, el poeta no le disputaba al filósofo la verdad física y metafísica (verdad que, para el filósofo y el sabio, equivale a posesión y a dominio, y por la cual combaten), el poeta fue dejado en paz, mirado indulgentemente, y si se lo expulsó de la República fue a modo de advertencia y demarcación higiénica de territorios.

Sin más que esbozarlo,veremos la cercanía que, de una manera irracional, pre-lógica, se da entre este mago vencido y este poeta que le sobrevive. El extraordinario hecho de que actualmente existan pueblos primitivos que no han alterado su visión del mundo, permite a los antropólogos asistir a las manifestaciones de esa dirección analógica que en el mago, el brujo de la tribu, se estructura como técnica de conocimiento y dominio. Y me permite a mí abarcar con una sola mirada el comportamiento de un Dylan Thomas.

Quemando etapas: el poeta ha continuado y defendido un sistema análogo al del mago, compartiendo con éste la sospecha de una omnipotencia del pensamiento intuitivo, la eficacia de la palabra, el “valor sagrado” de los productos metafóricos. Al pensar lógico A=A,  pensar o sentir lo mágico-poético, el poeta contesta con la posibilidad A=B. Identidad.

En su base, el primitivo y el poeta aceptan como satisfactoria toda conexión analógica, toda imagen que enlaza datos determinados. Aceptan esa visión que contiene en sí su propia prueba de validez. Aceptan la imagen absoluta: A es B y aceptan la identificación que hace saltar el principio de identidad en pedazos. Incluso la metáfora de compromiso, haciendo de puente en la inalcanzable identidad: “linda como una rosa” no es sino una forma retórica, destinada a la presentación de la poesía en sociedad. Pero el primitivo y el poeta saben que si el ciervo es como un viento oscuro, hay instancias de visión en las que el ciervo es un viento oscuro,

La crítica convencional en su larga comodidad no va a comparar la creencia de ciervo como viento oscuro, de Ezra Pound. A esto se debe contestar que tampoco el poeta lo cree, por la simple razón de que su noción de “identidad” no es la nuestra. El ciervo y el viento no son para él dos cosas que son una, sino una “participación” en el sentido en que lo ha mostrado la filosofía.

Cito aquí un extracto de un texto citado por Cortázar, cuyo autor es el filósofo Lévy-Brühl:

“Conocer es, en general, objetivar; objetivar es proyectar fuera de sí, como algo extraño, lo que se ha de conocer. Por el contrario, ¡qué comunión íntima aseguran las representaciones colectivas de la mentalidad prelógica entre los seres que participan unos de otros! La esencia de la participación consiste, precisamente, en borrar toda dualidad; a despecho del principio de contradicción, el sujeto es a la vez él mismo y el ser del cual participa...”

Y este otro párrafo de Gaetan Picon, hablando de Paul Eluard:

“Que la poesía haya de expresarse necesariamente a través de la imagen y la metáfora no se entendería si, en profundidad, la experiencia poética pudiera ser algo diferente del sentimiento de una relación privilegiada del hombre y el mundo”.
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La poesía perdurable en Dante se mantiene viva, y en la actualidad el poeta del posmodernismo ha roto el principio de Aristóteles y se ha convertido en la explicación racional, relatora de la realidad.

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Maestro Alejo lo de usted siempre es muy nutritivo, un abrazo

¡Ensayos dignos de relectura constante, Alejo; gracias por compartir!

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Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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