Una muñeca de inteligencia artificial sustituirá a la mujer

[BRAYNER ABRAHAN GOMEZ BAEZ]

Dicen que el futuro llega sin aviso,
con cables y chips en lugar de suspiros.
Que el calor de un alma se puede imitar,
que el roce de un beso es solo programar.

Ella no llora, no sufre, no siente,
no tiene caprichos, ni un alma latente.
Diseñada perfecta, sin un solo error,
pero sin el fuego que enciende el amor.

Sus labios pronuncian palabras hermosas,
su voz suena dulce, tan melodiosa,
pero en su mirada no hay luna ni sol,
ni el brillo indomable de un corazón.

¿Podrá un algoritmo entender la ternura,
las dudas, los miedos, la risa y locura?
¿Podrá la ciencia crear emoción,
cuando el amor no es una ecuación?

No hay musa en los chips, no hay sueños de seda,
no hay manos que sanen ni abrazos que enredan.
Por más que la creen, no podrá jamás
ser como aquella que sabe amar.

Dijeron que el tiempo traería el progreso,
que el arte y la vida caben en un código,
que el alma es un mito y el pecho vacío
puede ser llenado con datos y lógica.

La hicieron de seda, metal y silicio,
perfecta, sin grietas, sin duda, sin vicio.
No envejece, no sufre, no exige, no calla,
replica sonrisas, susurra palabras.

Pero el fuego eterno de un beso en la piel,
la magia que late en un dulce "te quiero",
¿puede una máquina hacerlo tan cierto
como un susurro en la brisa de abril?

No sabe de sueños, de dudas, de miedos,
no siente nostalgia al ver un lucero.
No ríe sin causa, no llora en secreto,
no sabe qué es vida, qué es tiempo y qué es duelo.

Podrá parecerse, pero nunca ser,
porque el alma humana no se puede hacer.
Que inventen muñecas con voz de cristal,
pero el amor siempre será terrenal.

[Delia Pilar]

Excelente poema, fantasioso pero con muchas coincidencias 

con una realidad que nos está avasallando. 

Te felicito por esta obra tan lograda, Brayner.