RESILIENCIA... Dos Sonetos en un Poema

[Maria Beatriz Vicentelo Cayo]

RESILIENCIA

¿Dónde se van los mirlos cuando llueve?
Alitas ateridas por el frío
resisten resignadas a la nieve
que cubre indiferente el plumerío

Y son tantas sus horas que conmueve
verlos acurrucados en lo umbrío
sin un lampo posible que promueve
fragor o calidez en el estío

¿Y mi amor que quedó como ave herida?
¿Que sufrió la inclemencia cruel de su ida?
Se quedó tremolando sin esperas

Con un morir constante de mañanas
como el pájaro triste de ventanas
que ve cómo se van sus primaveras

Y quedaron caricias argentadas
entre los corredores de la luna
¡Apretando barandas agrietadas!
Por el dolor en hora inoportuna

En instante impensado, dos lazadas
manos, se desprendieron. Y cada una
sintió aquellas heladas despiadadas
Una fue muerta, la otra fue infortuna

El destino... Esta vez portóse fuerte
renegué de mi nombre y de mi suerte
mas como un animal hecha una fiera

actué con la bravura de un salvaje
gritando de la hondura del coraje
que no daría  ¡Ni un gimo siquiera!

 

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Beatriz Vicentelo

Derechos Reservados

Lampo:  Luz, lámpara

[Samuel Eleazar Quispe Alvarado]

Un flujo de imágenes que embelesa. Simplemente, excelente. FELICITACIONES, MaBe.

[Maria Beatriz Vicentelo Cayo]

Muchísimas gracias por tu comentario Tibaldo!

Mis abrazos a la distancia amigo

[Maria Beatriz Vicentelo Cayo]

Gracias nuevamente querida Beatriz Ojeda, me alegría que te haya gustado,  desde luego que a mí también!

Mas besos

[Tibaldo Enrique Borjas Guarucano]

Fantástico mi querida poeta Beatriz. Felicidades

[BEATRIZ OJEDA]

Mi querida Betty, olvidé decirte que la música es maravillosa. Y muy acorde para el tema de tu poesía. Tanta quietud nevada y tanto movimiento en las patas de los caballos. Calma y acción.

Me conmovió profundamente.

Besos

[Maria Beatriz Vicentelo Cayo]

Ma. de los Angeles

[Ma de los Angeles]

[Maria Beatriz Vicentelo Cayo]

Cierto mi querida MAGNOLIA,   "mueres cada mañana" porque sabes a ciencia cierta, que es un día menos de tu vida y  ahora sí estás realmente sola.  Ahora sí, hay que ser valiente, nadie te apoya, nadie te ayuda, sola absolutamente SOLA debes entablar tu lucha anímica y ahí está lo bravo, porque hasta las fuerzas nos traicionan.  Te traicionan las rodillas, los ojos, tus órganos, tus manos, hasta el ÁNIMO te traiciona, ni hablar del entorno.   

Y con esas traiciones  a cuestas, debemos seguir luchando para subir los peldaños que nos quedan con ENTEREZA,  peldaños que nos llevarán a la eternidad y que conforme avanzamos, son mucho más altos que los que subimos con anterioridad.  ¡Nada fácil, nada fácil amiga!

Un abrazo inmenso mi reina

Muchas gracias por tu amable comentario

[Maria Beatriz Vicentelo Cayo]

Agradecida con tu presencia y comentario Beatriz Ojeda, grandiosa poeta!

Trémulas son las horas en soledad y amedrentador su silencio cuando  el tiempo se erige esplendiendo su mayor y mejor fortaleza  - acaso ferocidad-  en el afán que caigamos rendidos; y nuestro ánimo, que muchas veces luchando rueda por el suelo, recoge  sus oxidadas armas de vida para una batalla que nos permita mínimo salir dignos.  No, no me verá nunca el destino llorar vencida, así tenga un volcán de sollozos a punto de erosionar en el pecho!  No, yo no puedo amilanarme a estas alturas!

Gracias mi buena amiga!

Besos

[Maria Beatriz Vicentelo Cayo]

Yo pienso que cuando se cree que ya todo está superado y viene la confianza,  el temporal del tiempo arremete con mayor fuerza mi querida Iris.  Y la lucha entablada que hemos tenido desde siempre, nos parece nada a comparación de lo que sentimos en el último tramo que nos queda.  Las fuerzas no son las mismas, llegamos al cansancio por la constancia combativa;  mas así debemos hacer esfuerzo para  que no nos gane la inmersión de nuestras nostálgicas soledades.

Gracias mi querida y dulce amiga, me da mucho placer leer tu comentario!

Mis mejores deseos para ti Iris afectiva!

Besos