RECUERDOS DE ZUGARRAMURDI

[Delia Pilar]

 

Soy la reencarnación de aquella

presunta bruja del aquelarre

que asesinaron cobardemente

en el legendario Zugarramurdi.

Quemada injustamente en la hoguera

mi alma se elevó a los cielos

-no a los infiernos como mi represor esperaba-,

reencarnada en numerosas

oportunidades, en hombres y mujeres;

ahora soy una activista femenina

que no cesaré hasta que se logre

una igualdad entre los sexos.

Esta lucha viene sosteniéndose

desde los albores de la civilización.

María Magdalena fue la primera víctima,

vilipendiada por Pedro y por toda

la jerarquía eclesiástica.

En honor a ella, a Hipatia y todas

las mujeres que regaron con su sangre

la tierra generosa –Gaia, de naturaleza femenina-

seguiré esta batalla hasta que el patriarcado

¡sea arrancado de cuajo de nuestra sociedad!

 

Delia Checa – D. A. R.

Mendoza, Argentina - 2020

Publicado en antología.

Biblioteca de las Grandes Naciones.

 

[Delia Pilar]

¡Muy agradecida, Benjamín!

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

¡Magnífico poema, Delia!

[Delia Pilar]

Sí, Chente; una cosa es la discriminación biológica

y otra la que establece la sociedad. 

Muy agradecida por tu lectura y comentario.

Delia

[Delia Pilar]

Muchas gracias, querida Aimée, por tu destacado

y comentario que me conmueve, es precioso.

Seguiremos esta lucha por derechos

que nos pertenecen.

Abrazo.

Delia

[Vicente Antonio Vásquez Bonilla]

Estimada Delia: Te felicito por tu imaginativa compasión poética. Es difícil que el patriarcado y la discriminación desaparezcan; hasta el coronovirus discrimina, se lleva más hombres que mujeres. ¿Qué le vamos hacer? Bububu..

[Aimee Granado]

...seguiré esta batalla hasta que el patriarcado

¡sea arrancado de cuajo de nuestra sociedad!

Un contundente mensaje que toca muy profundo en las raíces de una sociedad donde aún las diferencias son marcadas, donde la discriminación se manifiesta en cualquiera de sus manifestaciones para lacerar y herir sin miramientos ni fronteras.

Tu poema es un clamor a esa libertad que no tiene precio y que se levanta por los confines de la tierra y cobra vida en hombres y mujeres que sueñan con una sociedad más justa donde el respeto sea mutuo y donde todos podamos respirar el oxígeno que trae la paz y la concordia, sin patriarcados que minimicen los derechos de la mujer, ni encierren sus ideas entre barrotes para callar la voz de su constancia.

¡Muy inspiradora entrega nos regalas en este día!

Y claro que la batalla continúa por nuestros derechos y deberes para con la sociedad que nos necesita. 

¡La perseverancia alcanza porque el límite es el cielo!

¡Felicitaciones como siempre, amiga querida!

Tus publicaciones dejan huellas inefables.