Indagué sábanas de seda lujuriosas
Cargadas de mentiras y engaños
Algunas de clérigos impuros
Que proclaman la verdad a su rebaño.
Cecilia Lorena Aquilera
Recorrí alcobas que abandoné con tristeza.
Conocí hombres que no estaban dispuestos
a amarme sin condicionamientos.
Indagué sábanas de seda lujuriosas.
Recibí abundantes caricias,
palabras y más palabras a mi oído
fueron volcadas… Promesas vanas
cargadas de mentiras y engaños.
Todos pasaban por honorables "señores",
gente había que “ponía las manos al fuego”
por ellos, tan llenos estaban de hipocresías,
provenientes algunas de clérigos impuros,
esos que aconsejan a los jóvenes
y no tan jóvenes evitar relaciones sexuales,
no caer en el “pecado” de concupiscencia
y que proclaman la verdad a su rebaño.
¡Cuánto cinismo percibí en mi oficio,
el más antiguo de la humanidad
degradante al extremo para la mujer,
creado y alimentado por el patriarcado!
Delia Checa - D. A. R.
Mendoza, Argentina – 2019
Comentario
Muy agradecida por tu comentario, Nolbert.
Te agradezco, Dora, tu lectura y comentario.
Felicitaciones, amiga Delia, Es la pura verdad que se vive
en el la oscura sombra del mundo arrabalero
y que muchos de nosotros, alguna ves, pasamos por ahí.
recibe un cordial saludo.
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Un tema viejo como el mundo, explotado desde siempre,buenas letras Delia .
abrazo. MARTHA
Muy agradecida, Gloria, por haberte detenido en mis letras
y dejar tu hermoso comentario.
Un gusto disfrutar de la lectura de tu bella glosa querida autora, un cariñoso abrazo desde México.
Muchas gracias, Benjamín.
¡Muy agradecida, Ernesto!
Muy buen texto!!
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