Mujer…
llegó el crepúsculo a tu vida
y encarnas a Hestia,
el fuego del hogar.
Rebosas equilibrio,
sabiduría, serenidad…
arquetipo sutil y transformador.
Dueña de tus emociones
y desbordante de generosidad.
Habita en tu centro
un punto de quietud y silencio:
soledad creativa.
Una crisálida
se aposenta en el Ser.
Shekinah,
aspecto femenino del dios de los judíos.
Presencia que se yergue cuando
enciendes las velas en el seno del hogar
y la casa queda convertida en un templo,
anticipo del Sabbath.
También representas la energía invisible
durante la ceremonia japonesa del té
que torna el espacio sagrado,
un santuario pleno de sutilezas…
¡La dimensión atemporal!
Después de tantos conflictos vividos
refulge en tu interior un círculo presidido
por Hestia con Hécate de testigo rodeando
la lumbre, símbolo del Amor.
Delia Checa - D. R.
Mendoza, Argentina
2018
Comentario
Gracias, J. Jesús.
Me alegro que te guste mi poema.
Muchas gracias, Elías.
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