Me abruman,

las palabras desiertas,

ante el rumor oculto

de su nombre,

que van atropellando

mis profundas aguas,

con el clavel marchito

de su penosa ausencia.

Duele el que no estés

y se convierten

 en confusión mis días,

ante la angustia

de no poder llamarte

por tu dulce nombre.

Porque he entendido,

que ya,

no me respondes.

Gimen mis noches de ausencias

y me trago mis lagrimas amargas,

porque de tanto llorar

he extraviado,

 hasta mi propio nombre.

 

Vistas: 223

Comentario

¡Tienes que ser miembro de ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME para agregar comentarios!

Únete a ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME

Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

Your image is loading...

Insignia

Cargando…