La tarde expira ya
No aparece tu nombre
En la relación que fijaron
En el muro de la vergüenza.
Desapariciones, fosas comunes
Cuerpos calcinados, desmembrados
Convirtieron la palabra en silencio absurdo
Como quien dice, los muertos no hablan.
Madres, Padres, esposas, hijos
Rostros gastados de mirar muertos
Hasta cuando con huesos ajenos
Intentaran armar el tuyo para darte descanso?
De poco vale la ciencia forense
Si el cuerpo es una lista de desaparecidos
Si ante la vergüenza de esqueletos varados
Sella con NN, no reconocidos.
Dicen que fuiste culpable de tu desaparición
¿Dónde está tu cuerpo?
¿Dónde se perdió tu llanto?
¿Dónde tu voz calló para siempre?
Mientras no llore la piedra
Y la memoria del hombre no te traicione
Se escuchara tu voz emergente
Y en tu voz, el clamor de los inocentes.
Los ojos de los asesinos
Los verán claramente
Como fantasmas que vienen del olvido
Clamando justicia, justicia.
Cada vez que se escuche
La maldita palabra ¡GENOCIDIO!
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