Mi animal preferido no es un ornitorrinco
aunque me gusta su tristeza
de orejas imposibles.
Mi animal predilecto es una perrita, un gato
o un triste caballo parecido a Dios
cabalgando para morir
en las palabras de Nietzche,
quizá una golondrina
dando volteretas en el aire
para anidar en el cielorraso.
Pero todo caballo es amoroso
relincho en su carrera
y todo tu cabello loco
es triste, con su tinte nuevo,
su fleco ante la brisa,
su estupor de poeta y madre
y laboriosa protesta
y cándida solidaridad
con los desvalidos.
Todos los centauros temporales
y los caninos salvajes
enseñaron sus dientes
y buscaron, cazadores,
el alimento necesario
en sus vastos recorridos
como las ballenas milenarias.
Las mascotas no recuerdan
el frío de los lagos
que surcaron sus antepasados,
solo atraviesan la niebla y los escollos
para acompañarnos.
DE UN NUEVO POEMARIO EN GESTACIÓN
DERECHOS DE AUTOR PROTEGIDOS POR LEY
Comentario
Gracias, Beto, por tu bello comentario, Shalom
Siempre es un gusto perderse entre tus estrofas,,,atraen como nectar al picaflor.
Shalom amigazo
Gracias, amigo CVríspulo, un fuerte abrazo
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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