Pronto el vecino venderá por kilos
la ternura de los seis terneros que crecieron
y la niebla sobre el pasto
seguirá siendo niebla
y la llovizna, llovizna
cuando la mañana
aliste sus últimos salveques
de tristeza.
El camión de la Dos Pinos
arrastra su cansancio de motor explotado;
Lucía discute sobre la chimenea de la sala
con su hermano.
Por mientras, hago apuntes
que parecen poemas pero que no lo son
todavía,
y Venus me trae la pelota
para jugar de nuevo.
dE UN NUEVO POEMARIO EN CONSTRUCCIÓN
dERECHOS DE AUTOR PROTEGIDOS POR LEY
FOTO: MI PERRITA VENUS Y EN EL POTRERO VECINO UNO DE LOS NOVILLOS DEL VECINO, en un trozo iniciado de la huerta de Lucía. Los ángeles norte, Calle El silencio, San Ramón.
Comentario
Gracias, Críspulo, por el calificativo, abrazos
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