LOS SOLES DEL RECUERDO

[JORGE SERNOQUI]

Nos pasa muchas veces sin saber por qué, cuando tenemos unos cuantos años, nos acosen en algún momento los recuerdos, que llegan desordenados, y a pesar de haber tenido una feliz infancia, sean generalmente tristes, con una gran cuota de melancolía. Muchas de las figuras que aparecen ya no están físicamente o se han marchado y le hemos perdido el rastro, por eso estos recuerdos tienen la tristeza y la ternura de ese tiempo que ya no ha de volver.

LOS SOLES DEL RECUERDO

Este lento atardecer me trae recuerdos

Mirando la lluvia en mi ventana,

Se llegan en tropel tantos amigos

Que han quedado perdidos en la distancia.

El punto cardinal de la memoria

Asoma del olvido y me señala

mostrando en esos duendes del pasado

Donde el hacha desafiaba madrugadas

Ganándole a la vida el sustento,

Con el sesgo febril de una esperanza.

Crujían los pastos con escarcha

Aplastados por el paso del hachero

Y el frió amanecer se despuntaba

Sobre el lomo de un sol, tibio de invierno

Se venia perezoso el nuevo día

Abriéndose camino en la picada,

El monte despertaba del letargo

Con un cúmulo de sombras alargadas.

A veces, cuando gana la nostalgia,

Lo veo al Antonio con sus perros

Llegar por la tarde a su ranchada

Y saborear un vino tinto en silencio,

A Tito, renegando en la alambrada

O arreglando un molino descompuesto

Al chango que pasando me saluda

Agitando en lo alto su sombrero.

¿Que cosa es lo que tienen los recuerdos?

Que al igual que esta lluvia en mi ventana,

Me lleva por un tiempo de tristeza

En esta soledad que me acompaña

Se une con las sombras del pasado,

Buscando a los amigos de la infancia

Vuelven de ese espacio con sus risas,

Bebiéndose los soles de un mañana

Y este gris atardecer tiñe de sueños,

El lento recorrido de una lágrima