LOS POETAS SON CAPACES DE...............

[J.Jesús Ibarra Rodríguez]

LOS POETAS SON CAPACES DE...........

Los poetas son capaces de escribir hasta de lo que nunca han visto, pero

también de la inteligencia del ser humano, la que no envejece como la

hermosura fisica. También del amor que es agua que mitiga la sed antes

de beberla. De cuando se junta la noche con el día, y de las miradas que se

mandan los enamorados, de una voz dulce y modulada que hace que se

enternezca. Escribe de cuando se sale el alma y viaja en los barcos de los sueños,

y del silencio sagrado; de una linda joya y de una flor que roba la vista.

Además de las lagunas que son los espejos de las nubes, esas espumas

que vuelan y que involuntarias se deshacen.

Así que los poetas escriben de todo lo que ven y viven, como del buen humor,

de anécdotas, tristezas y pesares, de como el tiempo discurre lento, de la

venturosa tranquilidad, de la perfecta cualidad de emocionarse, del

pétalo que cae, cual hombre abrumado por la angustia al ser abandonado,

y busca consuelo por todos lados.

Pero escribe también de los actos culturales, de las piedras de colores,

de un cielo azul y un mar turquesa, de todo el mundo y la naturaleza,

del aire, el mar , la tierra y el fuego, de los lagos y cascadas que cantan,

de las luces y la oscuridad, del pasado, el presente y el futuro, de los planetas,

estrellas, y meteoritos. De los tibios atardeceres, del medio día, la media noche

y los amaneceres.

Escriben los poetas de costumbres y vivencias, de luces y sombras, de

soles tibios y lunas frías, De un corazón enamorado y del agua que baña

las piedras; de arroyos que esperan las luciérnagas. De recuerdos ingratos

y despedidas irremediables, de las ráfagas de lluvias. De todo esto hacen

poemas que nacen del corazón de la mente y las manos.

Escriben de las estaciones del año y sus bondades, de los suspiros lanzados

al viento por los apasionados, de la mujer amada que es  un bello ser

que es una mitad complementaria. También escriben de la familia, de lo

divino, de los sentimientos del hombre y sus sentidos; de las ciudades,

y lo campestre, de las calles donde se encuentran ojos que provocan

los cariños, y que después unirán destinos. Además de los bosques en

donde cantan las aves en lírica sinfonía, que piensan que es un auditorio

natural. Ellos escriben de un amor que se esfumo con el tiempo, como

aquellos remolinos pasajeros, que solo dejan tierras de recuerdos.

De las lagrimas que la mente trata de guardar con la neblina involuntaria,

de todo esto y mas escriben estos seres especiales llamados poetas.

Escriben con agrado sobre compartir la vida, festejar cumpleaños,

un nacimiento y un bautismo. También del reino vegetal y animal, de países

y pueblos, de guerras y reconciliaciones, de enfermedades y sanaciones.

De un Dios creado y sus bondades. Además de suaves olas sobre acantilados

 y de las espumas pasajeras. De las normas de padres e hijos, de situaciones

espirituales, de tener una compañía, de martirios, traiciones y

tormentos. De anhelos sueños y esperanzas. De la igualdad entre los

humanos, de envidias , odios y rechazos; de la igualdad de razas y de

géneros, y del respeto a creencias y a credos. Además escriben de barcos

que surcan los mares, llevando deseos y anhelos, y de las naves

voladoras llevando a los humanos surcando por los cielos, con sus

ilusiones y propósitos, también de las aves que quisieran nadar bajo el agua,

y de peces que desearían volar por los aires. De la nube que quisiera

quedarse recibiendo el calor del sol y no deshacerse. De las palmeras que

esperan que suba la marea y las agite el viento; de los idiomas y lenguas,

de la belleza de la mujer y el valor del hombre, de la naturaleza, y de la vida

en otros planetas, de los melancólicos poetas antiguos, entrañables

sofisticados y agradables. También escriben de lo glorioso y lo sagrado.

De valores y principios, hábitos y costumbres, de fechas del calendario,

del frio aire de la aurora, de la luz del primer rayo de sol, del

destino y las misiones de los hombres; de navidades y años nuevos,

festividades y aniversarios, de himnos y símbolos patrios, de las

banderas y estandartes, de la autoestima y el amor propio, de analizar

situaciones políticas y sociales. De bailes y cantos, de creencias y religiones,

de milagros y alegrías y de los prodigios de Dios.

De todo lo anterior los poetas son capaces de escribir.

J. Jesús Ibarra Rodríguez.

México. Derechos Reservados.