ADÁN

[Magnolia Stella Correa Martinez]

Una oscura llamarada alumbra la tarde dedicada a la Consciencia en Sentisemo.  Luego de su habitual entrenamiento, la Consciencia elige al intelecto principal como el lugar para reunir a todos los pensamientos con el fin de analizar la grave confusión que azota a Adán.

Hoy el intelecto principal luce más nutrido que de costumbre, los pensamientos se han dividido en dos grupos, cada uno con un líder con la suficiente autoridad para hablar por su gueto.  A lado y lado de la Consciencia se ubican los líderes del amor y del miedo, los demás, sensaciones y emociones, al frente para que empiece la sesión.

La Consciencia exige a los líderes, explicaciones del por qué nada está dando resultados satisfactorios para Adán.  Así es que el amor toma la palabra para abogar por su magnífico aporte al bien de Adán, mediante una infinita cantidad de FORMAS, alega el amor, como la fe, la fraternidad, la solidaridad, la generosidad, la bondad, etc. cuyo único FONDO es la Justicia.  El amor defiende con vehemencia su esfuerzo por brindarle bienestar a Adán.    

La ovación de los secundantes del amor inhibe los reclamos y recriminaciones de la Consciencia que solo encuentra vanidad y orgullo en el discurso avaro y codicioso del gran líder; ergo, no tiene otra alternativa que ceder la palabra al líder del otro grupo. 

Ahora es el miedo el que toma la palabra para explicar en detalle y con impetuosidad su valiosa lucha por la felicidad de Adán.  El miedo se esfuerza por demostrar cómo, apoyado en sus múltiples facetas de odio, envidia, pereza, pesimismo, incertidumbre, sufrimiento, etc. trabaja de manera permanente en su ilusión por brindarle comodidad a Adán, con miras a enaltecer la Justicia, procurando su desarrollo (el de Adán).   

La gritería y aplausos de los compinches del miedo, de nuevo reprimen la inconformidad de la Consciencia ante la arenga plañidera y lastimera de su líder, de la cual ésta, la Consciencia, solo lo logra captar comodidad y vagancia. 

Ante la Consciencia amordazada por la euforia de los incondicionales de ambos bandos, surge del interior de Adán, con ceño fruncido y gesto adolorido, la víctima de TODOS.

Altiva y orgullosa a pesar de su inmolación, la Justicia se dirige al centro del intelecto principal, desde donde el amor, la Consciencia y el miedo la contemplan perplejos, sin saber qué hacer ni qué decir, pues lo único que tienen en común es que son conscientes de que todos la han manipulado de acuerdo con sus intereses individuales.

Delante de la Consciencia sorprendida y ante un auditorio enmudecido por la vergüenza, la Justicia rechaza de manera contundente la utilización de la cual ha sido objeto por parte del amor y el miedo durante este discurso, teniendo en cuenta que siempre ha sido usada y manipulada por todos en defensa de intereses particulares.  Después de esta intervención la Justicia queda atorada; no puede hablar porque siente que algo le obstruye la garganta, como siempre algo ahoga su voz.

Frente a la vehemente protesta de la Justicia por haber sido abolida de Adán, la Consciencia se envalentona y decidida a encontrar de una vez por todas la raíz de esta inmolación a la Justicia; altanera y arbitraria pregunta: ¿cómo se ha llegado a este sacrificio tan nefasto para Adán? Con la ilusión de eliminar la génesis de este infortunio, la Consciencia inquiere sobre ¿cómo y qué es lo que atasca a la Justicia de tal forma que ahoga su voz en su garganta?

Ante la soberbia indagación de la Consciencia, la Verdad escapa de la garganta donde se había estancado atorando a la Justicia.  Al ver a la Verdad en medio de la Consciencia y la Justicia, los asistentes reaccionan en gavilla tal y como si estuvieran frente a un peligro mortal.  La furia del conglomerado ahorca la Verdad mientras la Justicia muere asfixiada al ser pisoteada por la multitud de sensaciones y emociones.

La Consciencia aterrorizada, pasó a ser un simple espectador del grotesco acontecimiento, refugiada en el interior de Adán.  Mientras tanto Adán continúa su bulevar por Sentisemo, al vaivén del amor y el odio, por los siglos de los siglos.

[Magnolia Stella Correa Martinez]

Gracias  Delia Pilar por tu tiempo  y por tu destacado.

Saludos Poeta.

[Delia Pilar]

¡Muy ingenioso tu relato, Magnolia. Ha sido un gusto leerte, esta confrontación de intereses y sentimientos encontrados está muy bien representado.

¡Felicitaciones y gracias por compartirlo!