EL MAYOR SUFRIMIENTO DE LOS MEZQUINOS.

ES EL TRIUNFO AJENO

Aunque…

Del barrio del caserío van saliendo

Con ucis en sus manos

 Ellos van arremetiendo

El punto está limpio

 Mercancía en la mesa

Después de este trabajo

Hay que beberse una cerveza

El celular sonando

El jefe está llamando

Hay que buscar la paca

 Ya la están esperando

Montan en su…

En medio de esta soledad

Asustado  por volverte amar

De decir que no es cierta la verdad

La melancolía me quiere ganar

Cansado de la…

CHICAS DEL VOLEY LLAMINA

Desde un pueblo encantador y…

P r e c a v i d o

PRECAVIDO

Tienes…

EL ARROGANTE SE MONTA EN UN PEDESTAL

DE ODIOSA SERVIDUMBRE

Claro que sí, mejor es que lo eleve…

En el mundo entero, hay personas calladas que necesitan alguien para conversar. Hay personas tristes que necesitan alguien que las conforte. Hay personas tímidas que necesitan alguien que las ayude a vencer la timidez. Hay personas solitarias que necesitan alguien para que las…

SEGUNDO CAPÍTULO…

Levántate de la catrera y baja del limbo, catedrático

y manya papeles, no junas en el bolonqui en que vivimos,

debes tener el bocho en cortocircuito, te hacías el otario

y le afanabas la guita a tu tía y de yapa viajabas de garrón

en el tranvía.

Fratelo baja de las nubes y no te la des de troesma

y sábelo todo, aprende que la humildad

es la que más categoría te da y deja de criticar 

a los demás, no manyas que ya te tienen junado…

E   s   t   a   r

ESTAR

Tan simple como…

Quisiera llorar tus lágrimas

Tu valle herido y maltratado por el trasiego de los años

Tu forraje verde, hoy es amarronado

Tu aire puro y seco en humo se ha…

Tamborilea el agua en el tejado.
Se mecen las hojas del limonero.
Dejo mi aliento en la ventana
para escribir tu nombre
en el vaho del cristal.

NO BASTABA LO FÍSICO

Hasta con las sombras hablaba,

de aquellos momentos desaparecidos,

cuando con sus negros ojos enternecidos,

le decía apasionado que la adoraba.…

 A LA SECRETARIA EN SU DÍA

Secretaria, sinónimo de eficiencia y lealtad,…

EN EL PRIVADO

Te aguardaré sentado, mi mirada en blanco,

esperando que tu venida atraiga los colores.

Tarde de ilusiones, absorto en aquel banco,

en mis sueños, promesas, olvidos y dolores.

Te esperaré en la esquina de nuestras vidas,

con paciencia, el arte de los varones sabios.

Nos abrazará un río de miles idas y venidas,

de evocadas emociones en nuestros labios.

Te recordaré acariciando tu mágica mirada, …