… En vano yo alentaba

febril esperanza.

Clavó en mi carne viva

sus garras el dolor…

Alfredo Le Pera

 …

III

Tus ojos son

extrañas simas de

color y sueños.

IV

Los labios son

alas rojas, los besos…

… “y se fue aquella tarde sin esperar tu signo,

trizándose las sienes cual vasos sutiles.”

“El ruego” del poemario “Dolor” de Gabriela Mistral.

 …

Nuestro amor es un escándalo.

Enamorados hasta los huesos,

sin importarnos la gente

nos abrazamos y besamos.

Al aire paseamos…

Envuelta en un halo iridiscente

bajaste a las profundidades

mientras tu alma se elevaba

a los cielos en un anhelo de eternidad,

culminación de tu breve existencia.…

Te cazaron como un animal

salvaje en la selva generosa,

tu hogar desde tiempos…

Es así que Thel, la melancólica y triste Thel, descubrirá

con terror que todo lo humilde y pequeño en…

A mi nieta Paula

He posado mi mirada en ti,

capullo tan…

A Leopoldo Lugones 

¡Oh, Poeta

de asombrada mirada

ante la naturaleza…

¡Oh, el vacío!

¡Cuánta potencialidad

nunca suficientemente valorada!

De él vienen mis palabras e ideas,

la frágil rosa e infinitos…

Hembra cósmica…

señora del cielo y

compañera de la luna

en la enigmática noche planetaria…

al despuntar el día te conviertes

en la Virgen purísima pero,

como eterna amante

de los opuestos,…

La obra del escritor se desarrolla, sin ninguna duda, a largo plazo.

Pero… ¿No tiene el escritor que sacrificar, a veces, esta característica para atender la urgencia del momento? Ésta puede estar representada, en ocasiones, por lo social o político-circunstancial; situación que necesita de un escritor comprometido, consciente de que el arte no debe ser una isla de pureza, una perla incontaminada ni tampoco el valor decorativo de un “intocable” pues con este tipo de arte se…

Empuja tu mente,

ciégala, colápsala...

hasta que quede la nada.

Originarás, entonces,

ese poderoso vacío

capaz de contener…

¿Qué eres, Hombre,

sino barro trémulo,

donde se asienta la Divinidad

para proveerte alas

y llenarte de vuelo de pájaros?

Olvida tus ínfulas

y, humilde, entrégate a la vida,…

A Jorge Luis Borges.

Te aproximas…

Caminas lentamente…

Vigilas sonidos

apenas perceptibles.

Las cuencas de los…

… el miedo siempre termina por

hacernos esclavos

Isidoro Irroca

Soy el ser vacilante

de vida trunca,

una bestia incorregible 

que se horroriza ante 

su propio abismo.

Sobre mi corazón encallecido

no dejan…

Nuestro amor es un escándalo.

Enamorados hasta los huesos,

sin importarnos la gente…

Desborda entusiasmo todo aquello que haces

y el corazón con sus latidos vivaces.

.

Sabrás que desde esa hermosa oquedad

la luz recorrerá con felicidad…

Quien asciende a las montañas 

más altas se ríe de todas las tragedias, 

de las del teatro y de las de la vida.

Nietzche

Arrugas…

Como Adán

del Paraíso arrojados…

primitivos son,

hermanos de las bestias……