ISLA DE LA MEMORIA

Un vivir en los ojos que anuncia su mar, su río…

No van mis poros por la playa ausente

sino cabalgando con tu cintura

aprisionada por el aire

y por todas mis esporas invencibles.

¡Ah, este subir a la quietud del cielo

en el último espasmo de la sed!

No es sobre este prado en hileras

por donde te…

SANTA CECILIA…

NUEVOS SORTILEGIOS  (XV)

Siempre estamos dispuestos

para el…

Cuelgan hilos de sueños en mi ventana;

luminosos, solemnes,

permanecen erguidos...

Su mirada tiene luceros que no se extinguen,

su sol no se apaga, aunque…

La Sexta Lira es una Composición Poética que consiste en una estrofa de seis versos (heptasílabos y endecasílabos). Su rima es consonante y libre: 7a-7b-11C-7a…

Edades de la vida /Caspar David Friedrick…

Soy mujer de silencios









Es tu beso que espero cierre dulce mi boca.

Mi silencio en un grito invoca constante

en esta soledad, a tu amor tan distante...

¡Sí! estoy junto a ti con la luz de mis ojos

con mi boca de fuego.

Intento ser remanso floreciendo en un…

¿Por qué dejar pasar la vida

con sus frescas pulsaciones?

¿Por qué no dejarse

ahogar por emociones?…

Confraternidad. Décima Espinela





Igual que aquél constructor

sumando buena constancia

y mucha más importancia

digamos no al traductor.

De inglés ningún instructor

defendamos con coraje

sin que nadie nos ultraje

la hermosa lengua materna,

que echó raíces eterna

con intelectual bagaje.…

Espadas que lastiman

El insomnio, qué porfiado,

no me deja descansar.

Los cortinados descorro

viendo las nubes pasar,

sin luna, sólo una bruma.

Dos luces en…

Apareces de repente,

con tu misterio perturbado de melancolía,

vas dejando a tu paso un beso, encendido

de asombro sobre el silencio.

Te miro y quedo absorta,

gacela de tiempo, nigromante que

plasmas pájaros de insomnio en mis ojos.

¿Dónde harás hoy tu cacería? ¿Qué presa elegirá tu…

Es la hora más oscura de la noche.

Oigo que una caravana de eslabones, avanza por la roldana. Me acerco al ventanal. En medio de las tinieblas creo ver que alguien se arroja al túnel escuro del aljibe, y oír cómo se estrella en el ojo de agua...

Una voz me sobresalta:

―Hija, tus pastillas...

Su amorosa mano, deja al desnudo el borde de otro…

Me llamaste?--le pregunté.
No-- fue su respuesta.
Lo que pasa
que tu voz está en el silencio.
Lo que pasa
que tu voz está en el aire.
Y los guantes de mis oídos
la atrapan.

Autor: Tibaldo E. Borjas Guarucano, Maracaibo-Venezuela.