RECOMPENSA MERECIDA



No puedo mirarte,

pero te arrastro conmigo.

Tu aparente fragilidad se impone.

Tu hambre arde en mi estómago,

y las lacras en tu piel son en mi piel que arden.

Hay una barrera que nos separa,

de sombras, soledades, desprecios.

Tu mundo no es igual al mío.

En el tuyo

la miseria te arropa

y vives sin quejarte.

Ambulas libre buscando la limosna,

y miras con desgano al que te ignora.

Sabes que ese que te… Continuar

TAL VEZ FUE CRUELDAD



Agudicé la mirada. Se me hacía difícil aceptar lo que veía. Descuartizabas la vida sin piedad. Pero no me atrevo a juzgar tus razones. Algo grande entorpecía tus rutas y fue necesario sacar del medio lo que impedía tu felicidad.



Dejaste en pedazos lo que yo hubiera deseado tener, pero no puedo juzgarte. Tal vez en tus circunstancias yo hubiera hecho lo mismo. Dejar el corazón liviano para amar libremente los residuos de la vida.



Ahora te… Continuar

NO SE ENTERA DE MI AMOR



De tanto amarte duele el laberinto de mi cuerpo.

Duele lacrada la piel con el tacto de tus velos

rasgándome en mis silencios.

Los labios enrojecidos arden

con la succión imaginada de tus besos

y no logro abrirlos a la miel de mis adentros.



Una selva oculta crece

forrando con espesores

los espirales de mis pechos.

Duelen las horas inertes,

cuentagotas de misterios,

sobre el cuerpo que carece,

que… Continuar

Tus dolores míos

Me atrevo hablar del dolor
pues tu dolor me duele.
Y es a mí carne que le laceran tu carne,
Son a mis ojos a los que le corre la sangre por tus ojos,
y me revientan el vientre a pedradas,
si, es a mí..

Me atrevo hablar de mis desgracias
pues se me brotan los huesos,
las llagas
y la sarna.
Y el ardor en el estómago vacío
no me deja dormir.

Carmen Amaralis Tus dolores míos

CON LOS OJOS BIEN ABIERTOS



Flaquita, tan flaquita que daba pena. Y no porque no tuviera más que suficiente alimento en su hogar, era que era muy remilgosa. Eran muy pocas las cosas que le gustaba comer, por ejemplo arroz blanco, eso, cosas así.

Eran tan flaquita que creo que inspiraba pena. La salvaban sus ojos brillantes y grandes, abiertos a la vida. Se notaba que quería tragarse la sabiduría en sorbos grandes. Su vida era como una melodía de luz siempre con las manos en…

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REFLEXIÓN ANTE LA TORMENTA HURACANADA



Fueron muchas horas estudiando sobre mis libros, buscando como ratón de biblioteca la información necesaria para entender conceptos abstractos que me permitieran completar requisitos de mis estudios doctorales. Años y más años de sacrificios. Mi deseo en muchas ocasiones se sentía superior a mis fuerzas. Fueron días y más días, a veces casi sin comer, olvidaba comer, mientras me preparaba para los exámenes.



Con mi ahínco y… Continuar

El Universo espera
Después del estallido te invito a la calma, y entre luces y truenos los cuerpos esperando de paz. La fuerza arropa la ilusión.
Con cada chasquido un deseo, y el silencio en cada poro, en cada grieta.
Duele el azul que no moja, la lluvia solo humedece la boca y hay besos en espera, caricias en las manos.
Un vientre aguarda la semilla. La vida debe florecer nueva, el universo está impaciente.
Carmen Amaralis Vega Olivencia

Partida en dos (poema)



A veces se bifurca

y sus trozos rozan senderos íntimos.



Un yo errático se pierde en las profundidades.

Logra tocar fondo,

y con manos bien abiertas

acaricia el sabor del poder.



La otra se eleva al infinito.

Sobrevuela sus ganas

salpicando de rojos los delirios.

Con ojos bien abiertos

logra ver la desidia.

Respira el aire enrarecido,

olfatea desconcertada

todos los olores tibios del… Continuar

Esta historia no les va a gustar



Esta historia no les va a gustar, esta historia es de terror, de dolor, de rabia, de asco. Y me tocó conversar con ellas, con las dos: madre e hija. Presas, condenadas a cadena perpetua la madre, 25 años de condena la hija.



Y recordé una conversación que tuviera muchos años antes mi madre con una amiga después de una riña con mi padre, donde se mencionó la palabra separación, divorcio. Yo tendría alrededor de diez años de edad y mi… Continuar

PARED DE LUZ

Hay una barrera de luz,

tibia y cegadora,

aturde.

Se interpone entre mi rostro y tu rostro,

entibia el frío miedo de la despedida,

esa que lacera la eternidad vivida,

la que será intensa para siempre,

y no permitirá volver a amar.

Luminosa barrera que ciega los deseos,

la piel con la piel,

corazones palpitantes en delirios,

en dos copas vacías de placer consumado.

Extraña luz cegadora,

manos sudando la… Continuar

Volvió del más allá



No vuelvo a enfermarme, no. Mientras me encuentre sola en mi casa no me vuelvo a enfermar. He quedado petrificada del susto. El espanto ha sido tan grande que la adrenalina me ha neutralizado la fiebre.

Sé que estaba despierta, sé que no estaba delirando. Recuerdo claramente el desesperado deseo de orinar que tenía hace solo unos minutos. Literalmente me reventaba, y el dolor en la vejiga era tal que en un momento dado pensé que no podría aguantar… Continuar

El cuadro en mi pared



Te quiero tatuado a mi lado,

aunque tú no puedas estar en mi cielo,

aunque tú no sientas mi zumbido,

y no sepas disfrutar de la luna en noches embrujadas,

ni en madrugadas frías

donde se duermen en mis brazos los elfos.

Te necesito grabado en tinta a mi lado

aunque acostumbres rasgarme el alma,

negarme la nueca de mis besos,

y desquiciarme el pensamiento

imaginando el lunar negro de tu espalda.

Y te espero… Continuar