LA ULTIMA BATALLA

[Maria Beatriz Vicentelo Cayo]

LA ULTIMA BATALLA

Y ahora que la ojera pronunciada

pinta de plomo el rostro de la vida

y que marcadas grietas de sus cúmulos

nos jalan hacia abajo las pupilas

Ahora que el esbozo de estaciones

marca ferrocarril último en vía

y que vertiginoso se acelera…

¡Se entreabren acíbares rendijas!

Escapando con vientos, por ventanas

la fortaleza cual si fuera arcilla

-que sin ella, hasta audacia se acobarda-

Y el hombre, sin salida …  Con perdida

ubicación,  tendrá que desafiar

la batalla final que se avecina.

¡Y allá vamos!  Acaso falta mucho

acaso poco, pero se aproxima

¡Guerreros somos, siempre lo seremos!

Con las llagas abiertas que lastiman

con cayados quebrados de cansancio

con manos temblorosas que persignan

Pero  ¡Con el coraje de valientes!

¡Que se muere de pie y no de rodillas!

 

Beatriz Vicentelo

Derechos Reservados 

[Levy Ronny Benlabrat]

¡Guerreros somos, siempre lo seremos!

Con las llagas abiertas que lastiman

con cayados quebrados de cansancio

con manos temblorosas que persignan

Pero  ¡Con el coraje de valientes!

¡Que se muere de pie y no de rodillas!

Llevo mi comentario a esa letal enemiga: Maldita pandemia. Esta batalla no terminará, sólo hasta que se rinda el enemigo frustante.

Sí, todo el mundo se enfrenta todos los dias a un enemigo que no es nada fácil de vencer, el terrible mal, el corona vírus. Pero nadie es ajeno a las pérdidas, al dolor y al miedo y como lo dices: “Aquí nadie se rinde”.

Todos debemos con resistencia superar esta adversidad amenazadora y estar constantemente con la moral en alto y en la primera línea de la batalla.

La luz de la esperanza debe cambiar este presente vivido, esta luz debe ser nuestra más poderosa arma protectora, todos tenemos un compromiso con la sociedad a quien debemos prodigar lo más esencial para la vida y la salud.

Y este poema cumple su noble función, su empatía llena el horizonte de alto optimismo, es puro valor moral, es un manifiesto que nos llena de ánimo testimonial, tiene una potencia significante y hasta enigmática. El enemigo aún no ha dado signos de tregua, aún nos aprisiona en una jaula nebulosa, mas estoy seguro que ya hemos superado lo peor inicial mismo si todavía no deslumbramos la luz al final del túnel.

Gracias estimada Bettie por tus palabras alentadoras que son un motivo de éxtasis y consuelo para el lector.

Mis aplausos infinitos.

Ronny

[BEATRIZ OJEDA]

Pero  ¡Con el coraje de valientes!

¡Que se muere de pie y no de rodillas!

Amiga mía, qué fuerza tiene este poema.! Traspasa la pantalla tu pasión por la vida y también para esperar la muerte. No le será tan fácil llevarte con estos argumentos.

Siempre me sorprendes con tus poemas. Son impactantes. Me movilizan hasta los huesos.

FELICITACIONES !

[Ernesto Kahan]

¡Oh, qué poema grandioso!

Forma y contenido para festejar, recitando en voz alta y cantando, mientras en ronda y abrazados, miramos al horizonte con optimismo.

Salud, mi poeta selecta que llena mis vivencias de poesía

Ernesto K

[Maria Beatriz Vicentelo Cayo]

Honorable amigo Jesús,  muchas gracias por tan gentiles palabras!

Un abrazo desde el fondo de mi alma!

[Maria Beatriz Vicentelo Cayo]

¡AH mi adorable amada amiga Iris Girón, que hermoso comentario el tuyo,  con cuánto entusiasmo delicado te manifiestas y haces sentir tan bien a la persona que escribe!

Te lo agradezco enormemente mi dilecta amiga,  tu educación es realmente  insuperable!

Te abrazo con muchísima ternura....

Y más gracias... bendiciones!

[Maria Beatriz Vicentelo Cayo]

Gracias Ma. de los Angeles

Un abrazo

[J.Jesús Ibarra Rodríguez]

Gracias ilustre poeta, Maria Beatriz Vicentelo, por compartir tus versos que atrapan, con sus contenidos  que impresionan y hacen  razonar sobre las conductas humanas.

[Iris Girón Riveros]

Es dura y cruel verdad,

que en nuestro transitar

"...¡Se entreabren acíbares rendijas!..."

que nos hacen saborear tristezas, falsedades y mil quimeras,

pero,

como sabiamente lo trazan tus albos versos:

"...¡Guerreros somos, siempre lo seremos!..."

y aunque las manos y los pies nos tiemblen

y nuestro rostro de ojeras y dolor se marchiten,

jamás claudicaremos en nuestro orgullo de mujer,

porque nos abrazará el coraje,

y con él seguiremos andando,

y si llegara la hora nona,

que sea como tu verso epilogado y luminoso:

¡Que se muere de pie y no de rodillas!.

El selecto telón musical  es cual manto

que encanta tanto,

como tu brillante poema, querida Betty.

Mi Admiración se permite Destacar tus letras.

[Ma de los Angeles]

DE RODILLAS PARA QUE !!!, ES MEJOR MORIR DE PIE Y LUCHANDO.

[Maria Beatriz Vicentelo Cayo]

Gracias Benja   

abrazos