AL ROCÍO, DUENDE DE LA NOCHE.
( soneto alejandrino )
En esta bella noche de tierna primavera
las luces y las sombras en éxtasis, unidas,
van deshojando ruidos de las cosas prohibidas
en el hondo silencio que abraza la pradera.
No se atisban sonidos de dulce melodía
ni vuelos de rapaces lechuzas trasnochadas,
las luciérnagas todas migraron con las hadas
y los nidos locuaces solo atienden de día.
Transcurren lentamente las horas nocturnales
la hierba resplandece , se despiertan las hojas
las arañas despliegan su tela entre nogales
y el rocío, tejiendo frescura en los maizales
resucita plantines, atempera congojas
y aplaca desvaríos de mirlos y zorzales.
Martha Dora Arias.
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LIBARDO, Gracias amigo, tu Destacado estimula y sienta bien lo mismo que el señalamiento de los hemistiquios. Abrazo desde Argentina,
MARTHA
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