REFLEJOS EN UN OJO DORADO/ JOHN HUSTON (1967)

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El filme está basado en una novela corta de la escritora estadounidense Carson Mc Cullers (1917), y fue realizada por el gran director John Huston.

El drama fílmico se desarrolla en Georgia, en el sur de los Estados Unidos, en una guarnición militar. La novela de Carson Mc Cullers da una escena precisa del ambiente de la película:

“Un puesto militar en tiempo de paz es un lugar monótono. Pueden ocurrir algunas cosas, pero se repiten una y otra vez (…) Cuarteles enormes de cemento, filas de pequeñas casas cuidadas e idénticas de los oficiales; el gimnasio, la capilla, el campo de golf, las piscinas – todo está proyectado ciñéndose a un patrón rígido. Pero quizás sean las causas principales del tedio que se impone en un puesto militar, junto al aislamiento y un exceso de ocio y seguridad.”

Esa es la presentación de la escena en la novela que inspira la película, de Carson Mc Cullers.

El director, John Huston, sabe cómo llevar cada trama y cada personaje y dota a la película de un magnetismo especial y de un suspenso morboso. Consigue que percibamos la monotonía aburrida en este fuerte, con charlas triviales, fiestas, juegos de cartas.

Múltiples conflictos se plantean en la obra: El Mayor Penderton, representado magistralmente por Marlon Brando, es homosexual y oculta su tendencia mediante tratos de dureza y ferocidad con los subalternos. Está casado con Leonora (Elizabeth Taylor) y llevan aparentemente una vida normal.

Penderton está atraído cada vez más por el soldado Williams y es prisionero de su profesión. Leonora, cansada e insatisfecha de la falta de virilidad de su esposo, mantiene una relación sentimental con otro de los oficiales que viven en la base militar, el Coronel Morris Langdon (Brian Keith), pero el asunto es más complicado que un simple triángulo amoroso. Harta de la infidelidad de su esposo, dispuesta a divorciarse, se manifiesta la actitud cada vez más escandalosa de Leonora, cansada de su aburrido matrimonio. Y para cerrar el cruce de relaciones, también la esposa del Coronel Langdson, Alison, sostiene una ambigua relación con el criado filipino, Aniceto.

Detrás de esa apariencia ocurre que el Mayor Penderton persigue al soldado Williams, para seducirlo. El Mayor conoce la relación amorosa de su esposa con el Coronel Langdon, y la agrede de manera sutil, primero, y después abiertamente.

Su estado psíquico está sumergido en la confusión ante sentimientos tan opuestos, y recurre a causar daño al caballo de su esposa, al que ella venera. En una carrera desenfrenada en el corcel, al que golpea con el látigo y lo descontrola, el Mayor cae y resulta herido. Su venganza hacia la mujer la cumple en el animal, al que mata. Es una de las escenas más brutales la que presenta a Penderton desatar toda su represión sexual con el animal indefenso. Su escape agresivo lo plasma Huston sin palabra ni diálogo alguno, con unos latigazos que son interrumpidos por la imagen del cuerpo del soldado a quien ama.

El Mayor Penderton invita al soldado Williams a su casa durante una noche. Éste acude a la cita sin saber el propósito definido del Mayor Penderton. Al entrar furtivamente en la casa, el atormentado oficial le dispara y lo mata, en acción desesperada.

John Huston hace de este filme una realización cabal, con una sólida y eficaz estructura dramática. Describe con acierto los sentimientos de los protagonistas, sus pasiones, y logra con efectos bien utilizados darnos a conocer los motivos psicológicos de los personajes.

Esta obra cinematográfica de 1967 utilizó el color de un modo novedoso, al eliminarlo casi todo para dejar una mezcla de blanco y negro mezclado con el natural.

El título de la obra es el reflejo del cuerpo desnudo de Leonora Penderton en la pupila del soldado Willians, motivo pasional del drama.

Una película que puede calificarse de clásica por su perfección técnica y la excelente actuación de los actores, entre los cuales se cuenta un elenco de alta calidad: Además de Marlon Brando y Elizabeth Taylor como principales, están Julie Harris, Brian Keith y Robert Foster.

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Respuestas a esta discusión

¡Grandiosa reseña, Alejo; de una joya de la cinematografía universal!

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Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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