Y QUE EN EL MUNDO A NADIE MAS ADORABA
Lo encadenó a su propia voluntad.
y le atrapó todos sus sentidos,
los que estaban antes en él metidos,
y que salieron a la plena libertad.
De la bella mujer de calidad,
percibió sus perfumes ofrecidos,
y olió aromas nunca conocidos,
esos que encierran gran cordialidad.
El le decía al oído que mucho la quería,
que para su alma el amor guardaba,
y que sin ella allí siempre sufriría.
Con fuerza le gritaba que la amaba,
le aclaró que por ella todo haría,
y que en el mundo a nadie más adoraba.
J.Jesús Ibarra Rodríguez.
México. D . R .
Imagen de Internet.
Comentario
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
© 2025 Creada por Aimee Granado Oreña-Creadora.
Con tecnología de
Insignias | Informar un problema | Política de privacidad | Términos de servicio
¡Tienes que ser miembro de ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME para agregar comentarios!
Únete a ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME