Yo conocí la ausencia
Al emigrar mi amor
hacia extrañas mañanas,
perdió mi vida su alegría
y el universo su armonía.
Soy un río sin aguas
un indio sin piragua,
una paloma sin alas
y un poeta al que se le
secó el alma.
Soy soledad que quiebra
el sonido en el silencio,
una espada sin vaina,
un amor sin fortuna,
un espejo de sombras
en la tarde oscura.
Ya perdida para siempre
de penas se viste el alma,
porque tu amor se volvió
reliquias,
cuando apenas comenzaba
el alba.
Yo conocí la ausencia
cuando tus labios
me faltaron,
y supe que te quiera,
porque también mis
labios se sellaron.
Hoy me levanto temprano
pero los gallos no cantan,
será que también se están
muriendo,
porque no escuchan tu risa,
anticipando la alborada.
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