Sobre ascuas encendidas he recorrido el sendero, dando pasitos muy lentos para escalar la montaña;
Fueron muchas las espinas y una que otra pesadumbre las que frenaron mi paso sin detener mi camino;
Tuve unos días muy grises y algunas noches muy claras, que formaron los cimientos para cumplir mi propósito;
Entre amigos y enemigos me tocó abrirme paso, mientras llegaba a la cima recibí más de un codazo.
Cuando miré para atrás me estaba esperando el diablo, al mirar hacia adelante me llamó un Ángel Divino…
Arriba de la montaña me encontré con unos cuantos, algunos me conocieron y todos a mí se abrazaron;
En medio de aquella euforia que ocasiona algunos logros, ignoré aquellas punzadas que adornaron mi faena…
Agradecer los demonios que me hicieron ver a Dios, agradecer por el golpe que me empujó hacia adelante.
Cuando me encontré en la cima, sonriendo miré hacia abajo; nada me era conocido, ni personas ni lugares…
Fue entonces cuando vi al Ángel que su mano me extendía, me ofrecía su voluntad para atender mi destino…
Esta vez no lo seguí y me quedé en las alturas, gozándome de placeres y también desconociendo que existen los otros seres…
Terminados ya los goces me miré y estaba sola… y aquí estoy al pie de la loma para reiniciar la cuesta de la mano de mi Ángel.
Magnolia Stella Correa Martínez
Comentario
Magnolia
Bella narrativa,todos tenemos un angel que nos direcciona.
Felicitaciones
mary
Gracias infinitas mi querida Iris por comentario siempre generoso.
Bendiciones por montones, Poeta.
En nuestro cotidiano vivir
ansiamos tantas oportunidades
que nos ayuden a llegar a la cima
y alcanzar la meta que nos trazamos,
sea de nuestras ansias personales o profesionales,
y siempre encontramos la mano buena del ángel de la amistad
que nos alienta, y nos conduce.
Me encantó tu mensaje querida Magnolia.
Gracias por leerme
Gracias porque te gustó
Gracias por el destacado.
Un abrazo, Poeta.
"Agradecer los demonios que me hicieron ver a Dios, agradecer por el golpe que me empujó hacia adelante.
Cuando me encontré en la cima, sonriendo miré hacia abajo; nada me era conocido, ni personas ni lugares…
Fue entonces cuando vi al Ángel que su mano me extendía, me ofrecía su voluntad para atender mi destino…"
Una hermosa narrativa mi querida Magnolia, que nos hace recordar a Sísifo. Y bueno, siempre he pensado como tú, que la vida es una gran montaña donde al escalar, tropezamos, caemos, ascendemos nuevamente, volvemos a caer y tomamos impulso para volver a ascender!
Y ese final estuvo DESLUMBRANTE amiga! Llegaste a la cima y estás aún con fuerzas para volver a empezar!!
Te aplaudo vigorosamente, por ese espíritu combativo que te caracteriza, por esa sabiduría que se asoma en tus caídas y por ese ánimo prodigioso de querer empezar. Todo un compendio de tu fuerte, dinámica y sabia naturaleza!
Felicitaciones Magnolia mía!
Claaaaaaro que me encantoooooo leerte! Escribes muy bien, no te trabas, se entienden las imágenes, desde luego que eres una grandiosa escritora!
Besos tras besos más felicitaciones con muchísimas gracias!!
Muaaaaaaaaah!
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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