(Goya)
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UNA PARCA
“A mí, la más vieja,
hánme invitado ahora a hilar. Mucho hay que meditar sobre el tenue hilo de la vida”:
Átropos, la parca. (Goethe: Fausto. Segunda parte, acto primero)
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Ved este patio desierto, de arena amarilla, en el centro de un conjunto de edificios, también amarillos. Ved los árboles despojados sin otoño, grises y solitarios en el patio solitario y amarillo. Semejan hombres descarnados, o alambres de una prisión.
Las casas muestran pórticos y largos ventanales y claraboyas en el punto más alto de sus paredes; y cada claraboya parece un ojo humano que mira hacia el patio desolado. En los muros, rostros terribles: las costras del tiempo han dibujado en el encalado muecas y sarcasmos, ninguna sonrisa. Las sombras que el paso del día acentúan, suenan como ecos del viento; sombras como viento que silba entre las columnas. El patio polvoriento no guarda siquiera el trino de los pájaros.
¿Habrá alguna presencia humana en este escenario?
Allá, en una de las ventanas del edificio más distante, algo como una cabeza humana, encanecida, de mujer que mira hacia abajo y adentro de la casa, ignorando el patio seco. En la vastedad del eterno crepúsculo la mujer parece atender su trabajo solitario: labrar minuciosamente los puntos de labor de un amplio tapiz amarillo.
Comentario
Con el mejor humor y en claro intento de invitar a reflexión concienzuda, querido Alejo y apreciados comentaristas, haré una pregunta y no pretendo respuestas, pues, como he aclarado, la invitación es más que suficiente para mí:
estas tres mujeres, llamadas parcas, a las cuales se han referido, no lo dudo, artistas, poetas y escritores del planeta Tierra, y quizás de otros donde tambíen tienen injerencia o poder de decisión, ¿habrán logrado lo que tantas en todo lo relativo a seguro de accidentes en el trabajo, además de otros muchos que algunas mujeres gozan hoy, aunque, es sabido, quizá muchas más que estas son las que aún aguardan por leyes que acaben con tanta injusta discriminación?
P.S.: a propuesta mitológica, contrapropuesta cimentada en la lógica, sin mitos. Abrazo real y mis felicitaciones, querido Amigo, por tu calidad humana, misma desde donde extraes siempre la vital materia prima para dar a cada creación de tu portentoso ingenio, para mi disfrute y el de tus lectores, una generosa cuota de belleza estética.
Sugiero no hacer caso a mis loquimentarios, propios de una mente en evidente desequilibrio racional, aunque, naturalmente lúdica, lúcida y única (por graciosa fortuna).
Excelente narrativa que muestra la faz de la muerte y el rastro de los restos que el tiempo va dejando a su paso...
Impresionante trabajo literario.
LIC. ALEJO U.
La brevedad es el alma del ingenio, W. Shakespeare. Un óleo representativo de Las Moiras de la mitología helénica, las tres hilanderas que marcan los tiempos y etapas de la vida. Elegante alegoría representativa en un breviario filosófico, que en la economía de su espacio, sintetiza una biblioteca de sapiencia. Admiro tanto su dicción, así como los campos visuales expandidos de su arte. Nacer, crecer, reproducirse y morir. Somos de materia temporal, pero "Vita brevis, Ars longa", Hipócrates. El tiempo pasa, ¿o somos nosotros los que pasamos?
Un gratísimo placer que estalla en Big-bang neuronal, la lectura de su muy fina pluma. Mis aplausos y ovaciones, y expresiva gratitud por compartir este género narrativo. Saludos y buen fin de semana.
DESDE PUEBLA-MEXICO
ROBERTO "POETA ÍNDIGO".
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