Empaño la melancolia y perfumo la vida,
perdièndome
en senderos floridos.
El amor que muere
vive màs que ningun otro,
el efluvio de una mujer
es altamente sensual
se impregna el aire de poema.
Hay un desbordamiento
rompiendo los muros del verso.
Se adentra y llega
en direcciòn a los labios,
haciendo una musica de besos
que hace temblar la noche.
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