Dejo las invocaciones
dando paso al verso,
aspiro aire
y el alma navega.
Un dulce mar
y las letras se embarcan,
amor en el pensamiento,
sin rumbo fijo.
Pèrgolas de flores
como milagro insòlito
luces y besos
manos que aprietan
otras manos.
Cerrando los ojos
el signo simulacro
del gozo del pensamiento
siempre en señal del alma
tus besos siempre.
Mari Orquidea Blanca
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