Pero, nosotros somos,
tú y yo
los dos,
juntos o separados
parte del silencio
que desconocemos
Sola, tú,
sin mis palabras
eres una fragancia
imperceptible.
Solo, yo,
sin tu presencia:
era una nariz
que navegaba
sin rumbo
por el universo,
ausente,
sin olfato
en el mar de lo inerte.
En la voz de los pájaros
vaga,
cada mañana
vaga hacia la luz
mi oscuridad por tenerte.
En las ramas se escucha,
entre el canto de las aves,
este obstinado canto
por acercarme a ti,
náufrago que soy
de tu persona,
solitario y perdido
en el desierto
en esta muerte gris
que nada gana
si no te dejas
oír tú también
en tus arpegios
junto a la voz de los pájaros
matutinos
que cantan al sol,
a la vida,
a la naturaleza,
al renacer de todos los días,
y que cantan porque el vivir
es también
recordar
que cada día
morimos,
sin sentirlo.
Sabemos bien
que somos porque
estamos
y más
nos vale
saberlo:
para aprovecharlo,
minuto
a
minuto,
segundo
a segundo
¡Ya!
Comentario
Me gustó mucho tu poema, amigo, pero no entendí el verso número doce.
Muy bueno amigo Benjamín
toda una reflexión de vida
Abrazos
Kokul 'al
¡Bellísimo poema!
Ha sido un placer leerte querido Benjamín
Hermosas imágenes.
Abrazos
Así es amigo querido. aprovechar la vida segundo a segundo, sabiendo quienes somos y hacia dónde vamos. Me encanta esa paradoja de la vida que nos obliga a pesar de tantas contradicciones a seguir adelante con nuestros sueños y desvelos por la vida y para la vida.
Gracias por tu pleno compartir que llega con tanta certeza y sabiduría.
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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