Me crié yo sola para ver de qué podía servirles
en qué podría asistirles una nada como yo
luego supe que iban a usarme
que con seguridad querían usarme
y me sentí feliz
un animal devorado tranquilamente
por su manada...
Atender a la gente,
en todo lo que necesite,
es un modo ejemplar
de amar al prójimo
y evitarse problemas
en una compleja sociedad
como la nuestra;
en este siglo XXI
ya no hay impedimentos
o se es servicial
o te vuelves una lapa
que impide el crecimiento
propio y el ajeno.
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