PREGUNTA

[NELSON LENIN AGUINAGA ORTIZ]

 

En el silencio de la noche obscura, me viene a la mente una pregunta centelleante que va irrumpiendo el descanso atildado, por reposar y en voz alta repito: ¿Cuánto me amas? y el eco nocturno me repite con los cantos alegres de los grillos y del susurro del viento que a esa hora sopla como un condenado a morir; si te ama mucho y de verdad, ¿O es que acaso? No te das has dado cuenta cómo te mira en esos instantes diáfanos donde la luz traspasa todas las barreras y se posa en tu rostro; al cual lo idolatra de una manera tan sentida, que no te imaginas y eso si es amor; si amor verdadero, como el alba que camina y del cual esa mujer es una peregrina

 

Yo, trémulo, fruncido el entrecejo me digo; es verdad que me ama, porque he visto en los susurros emanados, actos lisonjeros de un verdadero sentir, como no lo había sentido en toda mi existencia, y ahora en respuesta adolescente, cabildeo como un inocente pensando y divagando ante lo evidente que significa tenerte en cuerpo presente, palpitar, desearte como un prontuariado condenado a dejar de existir; y entonces a que viene la pregunta, así que me di media vuelta y volví a conciliar el sueño 

Nelson