Siembras con amor y tesón, las semillas productivas,
con pico y pala, abriendo surcos en la tierra del campo,
alegre estas, al son de un silbido de melodías andinas,
haciendo florecer con amor y cuidados,los buenos frutos,
para que la cosecha sea productiva y necesaria para la vida.
Eres el aliado estratégico y majestuoso de la tierra,
juntos son hermanos naturales, que dios los hizo,
alimentos sabrosos, que nutren nuestros organismos
el pan de cada día, con la bendición del sol y las lluvias.
Solo pide el campesino, honrado y bien peruano,
las mejores oportunidades, para trabajar y progresar,
pide el agua, tecnología, carreteras y capacitación,
que el gobierno debe atender, para una mejor agricultura.
Hombre andino peruano, del campo generoso,
que aras desde la madrugada andina, la tierra,
chacchando la coca, vas abriendo el camino de la chacra ,
con el solido arado, conectado a los fornidos bueyes.
No te importan las inclemencias climáticas del calor y el frío helado,
vas labrando la fuente de vida, para el bienestar de las familias,
no deseas dádivas, solo la oportunidad de producir con dignidad.
Los eucaliptos mentolados, las plantas y las flores del campo,
son compañeras de tu vida silvestre, ¡oh! madre naturaleza,
fornido y valiente hombre campesino de mi tierra amada,
fustigado por el sol y a la par de la aurora fresca y destellante.
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