PECADO

 

He pecado, Señor, infinitamente piadoso, al comer el delicioso fruto de la mujer del prójimo. ¿Me perdonarás?

He pecado, Señor, infinitamente tolerante, al no cumplir religiosamente tus preceptos y disfrutar del agua  prístina del manantial prohibido.

¿Me perdonarás?

He pecado, Señor, al mirar lujuriosamente la desnudez encantadora y provocativa de la dama que se bañaba plácidamente en el límpido arroyo y, al sorprenderla, cubrió sus partes púdicas con las refrescadas manos y su rostro, níveo, se tornó carmesí.

¿Me perdonarás?

Si no me perdonas, Señor  caritativo, cubriré mis ojos pecadores con una bufanda negra que ni los rayos del sol podrán penetrar.

Si no me perdonas, Señor misericordioso, cargaré sobre mis hombros el agradable fardo de impenitente pecador.

Y seguiré pecando.

 

Vistas: 79

Comentario

¡Tienes que ser miembro de ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME para agregar comentarios!

Únete a ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME

Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

Your image is loading...

Insignia

Cargando…