PASAN LOS DÍAS

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

PASAN LOS DÍAS

Pasan los días

Pasa el lunes, y el martes, y el miércoles... Yo sufro
tu eclipse, ¡oh creatura solar!, mas en mi duelo
el afán de mirarte se dilata
como una profecía; se descorre cual velo
paulatino; se acendra como miel; se aquilata
como la entraña de las piedras finas;
y se aguza como el llavín
de la celda de amor de un monasterio en ruinas.

Ramón López Velarde.

Estamos ya a fin de mes,

y yo no puedo quitarte

de mi cabeza;

pasan los días

y tu, dolor mío,

profundizas en mi alma.

Encallas cada vez más,

y amenazas con llevarme 

a la zozobra,

eso no lo deseo,

pero puede ocurrir,

si no me cuido de tus desdenes...

Estoy pensando,

ya en serio,

saltar las amarras

que has puesto

a mi corazón, 

e irme liberado 

de tanto tormento

que me lleva a tenerme

compasión, honda, profunda,

por mi clara tendencia

al profundo cadalso

que es amarte;

eso es masoquismo,

me dicen algunos amigos,

otro me señalan que es depresión...

Yo no lo se pero me avoco

a hacerme a un lado

del masoquismo que contigo

me persigue, 

por todas partes;

no entiendo pero

veo con clara luz

ante mi futuro inmediato,

si sigo encadenado a ti,

verme convertido en un

monasterio en ruinas.

Sin remedio alguno,

sin atisbos siquiera

de tener otra posibilidad

que cumplir con esa suerte

de profecía negra

en que te has

convertido,

un velo paulatino

se presenta día tras día, 

para hacerme vislumbrar

oscuridades, sombras,

negrura por doquier

y ni un rayo de luz

o esperanza

en otra posibilidad.

Me niego a encallar

como tú lo has propuesto

y en este fin de mes,

el primer mes del año

2023 que corre en

este siglo XXI, 

me he prometido 

hacer la luz a la que

tus afrentas 

me han orillado...

Venga, a mi esa luz

que tú me niegas...

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

Amigo Críspulo: ¡Muchas gracias; excelente jueves!