PARA LA MUJER QUE TANTO AMABA
Sentado cerca de un tupido jardín,
y mirando la lechosa luz de un farol,
su mente hilvanaba unos versos,
con su instintiva inspiración.
Bajo un techo estrellado,
sus lineas parecían vivas,
y los rayos del farol,
eran cómplices de su pasion.
La claridad en el silencio aumentaba,
con las hermosas estrofas,
que aquel hombre inventaba,
para la mujer que tanto amaba.
Le brindó a la bella,
el fruto de su creación,
hecho con con el alma y el corazón,
a la luz lechosa de un farol.
J, Jesús Ibarra Rodríguez.
México. D . R .
Comentario
Maria Beatriz Vicentelo Cayo, te agradezco infinito, apreciada amiga, que visites mis letras.
Tu comentario es muy especial, porque analizas los contenidos y emites conclusiones que orientan.
Sobre la luz en los faroles, existen los que tienen luz cálida o sea amarilla, y los que la tienen blanca,
pero al final son inspiradores de los poetas y escritores.
Recibe mi invariable amistad y felicitación en la distancia.
"luz lechosa del farol"
Bueno sí, algunas luces son medio amarillentas
Gracias mi querido amigo!
Un abrazo
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