(Alfonso Osbert )

OCTAVIO PAZ LA VISIÓN TOTAL EN SU POESÍA

La visión poética de la vida es una perspectiva, una sensibilidad y un entendimiento sutil. Esta mirada reconoce relaciones no convencionales entre las cosas y la conciencia. Por ejemplo, el árbol que capta la mente poética es un objeto tangible, pero también es un signo que al constelarse con otros emite un sentido que florece en el pensamiento y la sensación. Sin embargo, no son las cosas las que están cargadas de poesía, sino la mente que las percibe. Las situaciones, la naturaleza, la presencia de otras personas y todos los objetos pueden ser condiciones para que surja la poesía, pero su causa está en la mente que genera esta visión.

Muchos de los mejores poemas de Octavio Paz son un registro de esta experiencia. Desde este punto de vista, estos poemas son conocimiento y expresión del estado mental poético y sus revelaciones. La poesía entonces trasciende y profundiza más que la mera catarsis, la autobiografía, los juegos verbales o la prédica política. Su poesía, como la de los más agudos poetas, es una conciencia que muestra vivencias sutiles entre la persona y la vida. Estas relaciones son acontecimientos de la mente que el pensamiento ordinario es incapaz de aprehender.

En el caso de Octavio Paz, estas revelaciones no aparecen fuera “del mundanal ruido”, fuera de la ciudad, del trato con los otros, como en el caso del anacoreta, del ermitaño, que busca el retiro para evitar distracciones, sino que emanan en la vida cotidiana, en la ciudad, en el pueblo, en la habitación de la casa, frente a la naturaleza que nos rodea. Pero además no son visiones de otro mundo, ni del futuro, tampoco de un pasado mítico, remoto, sino más bien de un presente en donde gravita el pasado y se vislumbra un futuro posible. Es en el aquí y en el ahora, en la atención al momento cambiante, donde la conciencia mira las presencias, se observa a sí misma y escucha la manifestación de otros significados. Dentro del fluir de las situaciones, Paz escucha la vida y se escucha a sí mismo. En el comienzo del poema El mismo tiempo nos muestra la conciencia de la muerte frente a la agitación ciega de la ciudad y los seres humanos:
"No es el viento
no son los pasos sonámbulos del agua
entre las casas petrificadas y los árboles
a lo largo de la noche rojiza
no es el mar subiendo las escaleras
Todo está quieto
reposa el mundo natural
Es la ciudad en torno de su sombra
buscando siempre buscándose
perdida en su propia inmensidad
sin alcanzarse nunca
ni poder salir de sí misma
Cierro los ojos y veo pasar los autos
se encienden y apagan y encienden
se apagan
no sé adónde van
Todos vamos a morir
¿Sabemos algo más?"

La revelación poética no se agota en la visión de un sentido, sino que va acompañada de un entendimiento. La revelación es atención, sensación y discernimiento, una comprensión en donde se activan diferentes facultades cognitivas. Se detectan los objetos del entorno, se pone atención a los movimientos del pensamiento, a las sensaciones que emergen y se asocian con otras experiencias, tanto vivenciales como intelectuales. El momento adquiere forma mediante la perspectiva personal y cultural. Para entender el momento poético se recurre a la memoria, a la comparación, al análisis, a la búsqueda del significado o los significados que se van cristalizando en la conciencia. En Nocturno de San Ildefonso, desde una noche en su habitación, el poeta realiza una caminata mental por la ciudad y parte de su juventud. A través de esta peregrinación, recuerda algunas ideas que enarbolaba, las revisa críticamente, evoca algunos hechos atroces de la historia, se interroga 
más allá de las fechas, 
que la historia desdeña:
el cada día por el sentido de la historia y aparece la revelación:
"La historia es el error.
La verdad es aquello,
más acá de los nombres,
-latido anónimo de todos,
latido
único de cada uno-,
el irrepetible
cada día idéntico a todos los días.
La verdad
es el fondo del tiempo sin historia.
El peso
del instante que no pesa…"

Este tipo de poemas de Paz son una recreación del momento poético, de su observación introspectiva, de su transformación en lenguaje y de la reflexión de la actividad creadora. Todo este proceso que se muestra en algunos de sus textos es la contemplación poética: la ruta mental de la experiencia a la obra. Para el poeta, la maduración, el desenvolvimiento de este estado es la escritura. Y por lo tanto, este proceso de creación es parte esencial de la experiencia. La poesía no culmina cuando cesa la mente que la origina, sino cuando se realiza el texto. La actividad poética es visión, pensamiento, pero también composición y creatividad. Sin traducción de la vivencia en lenguaje, no hay entendimiento pleno. Escribir el poema es la recta final del conocimiento de la experiencia poética.

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                                       Alejo Urdaneta                               

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Comentario

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ADMINISTRADOR
Comentario de Delia Pilar el abril 21, 2021 a las 6:35pm

Maravilloso ensayo, Alejo. Es muy lindo leer tus disertaciones sobre poetas consagrados y sus obras, tarea didáctica vertida de una manera muy placentera para el lector.

Te agradezco este valioso aporte. 


PLUMA DIAMANTINA
Comentario de Ronald Bonilla Carvajal el abril 19, 2021 a las 7:13pm

MUY BELLO ensayito sobre la manifestación lírica de Paz, un gran poeta, abrazos


PLUMA ÁUREA
Comentario de Benjamín Adolfo Araujo Mondragón el abril 19, 2021 a las 1:53pm

!Magnífica disertación, Alejo!

Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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