NO HE DE RENDIRME
Yo no puedo vivir entre las sombras
el pasado se fue
castigado y vacío
sólo advierto entre los brazos del crepúsculo
tu aureola de mujer deslumbrando mi vida.
Esperaré
que el tiempo susurre mil amores
un zorzal inventando en sus gorjeos
besos brujos
dioses blancos que ejecuten
historias de campanas.
Yo te amo desde el borde del abismo
desde la inmensa torre del deseo
desde la indescifrable montaña de los besos
la que ha vestido sus alas incendiadas
para cubrir tu boca con sus ecos.
No dejaré este barco activo.
No dejaré de asirme a tu silueta.
Traeré en mis manos una legión de ofrendas
me sentaré a esperar tu voz de enero
hasta escuchar un te amo augusto
brotando de tu anhelo egregio.
Resistiré tus rechazos
tu soberbia
tu castigo infinito
tu fuerza de mujer apasionada
tu llanto de mil horas
tu decepción
tu alarma.
Resistiré vivir sin tus caricias
sin el perfume azul de tus mejillas
sin tus pisadas tenues de mujer sin prisa
sin tu mirada larga parpadeando risas.
Expiaré con mil espinas en mis plantas
todo el dolor causado por mis faltas
y esperaré que Dios escuche mis plegarias
porque no puedo vivir
si tú no grabas
sobre mi frente gris un beso sacro
Y si mil años no alcanzan para alcanzar tu salmo
continuaré tendido sobre filosas piedras
hasta que sangre y llanto se unan en un manto.
Con tajos en mis manos yo invocaré a los magos
orando por tu amor hasta que muera
la última estación de este universo
que espera la versión de un nuevo intento.
No he de rendirme ante tus noches frías.
No.
No dejaré que tu soplo extinga
este sabor a primavera inédita.
Resistiré hasta el día que tu boca grabe
sobre mi frente gris
un beso sacro.
Beatriz Ojeda
DERECHOS RESERVADOS
Comentario
Muy hermoso poema de amor con hermosas figuras. Un placer leerte.
Abrazos
Beatriz, aplausos a tus letras poeta inmensa.
Muy bueno. Gracias.
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bello poema
Con tajos en mis manos yo invocaré a los magos
orando por tu amor hasta que muera
la última estación de este universo
que espera la versión de un nuevo intento.
No he de rendirme ante tus noches frías.
No.
No dejaré que tu soplo extinga
este sabor a primavera inédita.
Resistiré hasta el día que tu boca grabe
sobre mi frente gris
un beso sacro.
Clamor del alma que se opone a claudicar, que resiste con la fuerza del espíritu y de la verdad, que susurra sus anhelos mientras el tiempo escribe sus historias y el vacío reclama la esperanza.
Un amor que se defiende con vehemencia, que se impone, desata sus amarras y evoca la existencia que se crece y supera los aciagos.
¡Se lanza al desafío del intento, pues no desmaya su pasión ni su denuedo!
¡Maravillosa entrega que nos deja tu ingenio creativo que trasciende y conmueve!
¡Te felicito amiga!
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